El talento tico sigue sonando en la NASA, ahora es el joven Emanuel Esquivel Pacheco quien se acerca a la estación de Pasadena, California, con un nuevo proyecto.

Se trata de un pequeño submarino con el que pretende recorrer unos lagos químicos de la luna de Saturno llamada Titán, de hecho ese fue su proyecto de graduación para la carrera de Ingeniería Aeroespacial en la California State University de Long Beach.

"En esa luna hay algunos lagos químicos que se pueden usar como combustible para las aeronaves. Hicimos un prototipo (del submarino) para hacer las pruebas y gracias a Dios tuvimos la oportunidad de reunirnos con el doctor Jason Hofgartner, quien escribió su tesis sobre ‘Fenómenos dinámicos en los lagos y mares de Titán’”, explicó Esquivel.

De hecho, Hofgartner hasta le pasó a él y a sus compañeros de proyecto (Francisco Méndez, Carlos Vergara y Miles Jorgensen) algunos bolados para hacer más factible su éxito.

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“Hemos tenido algunas presentaciones frente a otros expertos de la NASA y nos dieron unas recomendaciones para mejorarlo y hacer su costo más eficiente”, explicó Esquivel.

Uno de esos ajustes fue sacarle más provecho a un componente del submarino que se queda sobre el lago para poder mandar señales a un satélite que está en la órbita de Saturno.

“Nos dijeron que usáramos esa especie de barquito en vez de dejar caer el submarino directamente sobre el agua. Así el submarino podría moverse sobre este componente y le ahorraría energía”, explicó el joven de 22 años.

Sueño de niño

Emanuel nació en nuestro país; sin embargo, desde muy niño sus padres, Jorge Esquivel y Ana Pacheco, decidieron buscar un mejor futuro en Estados Unidos y migraron a Nevada y posteriormente a California, donde viven actualmente.

“Siempre me ha gustado saber cómo hacer bien y arreglar las cosas, también me interesaba el espacio, por eso quise escoger una carrera que me permitiera combinar ambas aficiones”, aseguró Emanuel.

Es así como decide a estudiar Ingeniería Aeroespacial, una carrera que a su criterio le permite hacer muchas cosas.

“Te puedes concentrar en las estructuras de una nave o un avión o hacer los cálculos que te permitan asegurar que la estructura está lista para usarse de forma segura”, explicó.

Otra área en el que puede abrirse campo es en las mecánicas de órbita, haciendo los cálculos de cómo mandar satélites o naves al espacio. También en la termodinámica, que consiste, entre otras cosas, en cuidar que la temperatura del combustible se mantenga adecuada y no afecte los otros componentes de la nave, que no se enfríe cuando llega al espacio, esa es la rama que más le atrae.

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Luego de cinco años de carrera, Emanuel no aspira solo a trabajar en la NASA, pues también hay otras empresas que le venden servicios a esa agencia, pero sí anhela que su proyecto llegue a la luna de Saturno.

“Me enorgullece saber que Franklin Chang fue el primer astronauta tico y todo lo que él está haciendo con el motor de plasma, sin duda esto me impulsa a seguir sus pasos”, indicó el muchacho que se graduó el pasado 21 de mayo.

“Es todavía mayor su mérito teniendo en cuenta que en Costa Rica no se brinda ese tipo de estudios y por todo lo que él ha alcanzado”, añadió Esquivel.

La familia Esquivel Pacheco cuenta con otros tres miembros más, los hermanos mayores Óscar y Alexia, además del cumiche de la casa, Daniel.

Eso sí, Emanuel es al único a quien le han gustado las matemáticas y la ingeniería. Hizo una pasantía como ingeniero de diseño en una compañía de manufactura previo a graduarse.

En su tiempo libre le gusta ir al gimnasio a levantar pesas para mantenerse tonificado y aprender cómo hacer y arreglar cosas. Incluso, confiesa que antes de llevar el carro al mecánico, él se pone el overol para ver si encuentra la falla.

Emanuel también toca el piano y participa en el equipo de alabanza de su iglesia.

Y, por supuesto, como la mayoría de jóvenes le gusta salir con sus amigos.

¿Lagos y mares en Titán?