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Camboya puso de seleccionador al traductor y profesor de inglés del futbolista japonés Keisuke Honda

La vida del argentino Félix Dalmas ha dado un giro inesperado a sus 30 años de edad

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El argentino Félix Dalmas pasó de dar clases de inglés a comandar una exótica selección como la de Camboya, con solo 30 años.

Pero ¿cómo un “desconocido” para el futbolero promedio argentino llegó a ser el director técnico de una Selección FIFA?

“Yo al principio jugaba ajedrez y a los siete años nos mudamos a un barrio mucho más humilde. Ahí comencé a jugar al fútbol en un club de barrio. Mi padre, un apasionado, al igual que mi hermana. Todos fanáticos de Boca”, así comenzó su relato en diálogo con Infobae.

Por la crisis, a los 13 años, su familia decidió emigrar a Estados Unidos. Desde ese entonces se produjo una verdadera sucesión de aventuras futboleras que tuvieron un denominador común: Japón.

“Un día estaba jugando solo y empecé a hacer amigos gracias a la pelota, siempre me acompañaba. Gracias al fútbol también pude entrar a la universidad”, confesó este hombre nacido el 2 de febrero de 1988.

Tras tener un buen paso a nivel universitario, intentó probar suerte en el ascenso de España (Castellón y Hércules), Japón, Corea del Sur y Uruguay. “Intenté ser profesional cuando las condiciones no estaban dadas. Tenía veinte años y no me conocía nadie. No tenía representante ni nada”, relató.

“En Uruguay estuve en Plaza Colonia, que estaba en Segunda. Tuve un pase frustrante, no estaba acostumbrado. Muchas promesas incumplidas. Igualmente, siempre que las cosas no me han salido no busqué excusas, buscaba cómo mejorar. Y a los veintiocho decidí retirarme”, comentó con dolor.

Y luego, agregó: “No quería jugar al fútbol por jugar, quería hacer algo diferente. No se dio. Fue como romper con una novia, pasé unos meses de mucha tristeza”.

Su amor por el fútbol es tan fuerte que esta situación no la pudo romper.

En su regreso a Buenos Aires, durante un paseo conoció a un grupo de estudiantes del Centro Universitario Argentino Nippon (CeUAN). Juntos crearon un equipo de fútbol llamado Gamuxara, del cual él pasó a ser el entrenador.

Esta nueva aventura hizo que abandone la medicina para anotarse y realizar el curso de director técnico, algo que le cambiaría la vida.

Después de graduarse, y mientras entrenaba a chicos en un polideportivo y daba clases de inglés, recibió un inesperado llamado gracias a su amigo japonés de la Universidad de San Diego. Tashi, que ya lo había ayudado para probar suerte en el fútbol asiático, hizo de nexo para que conociera a Keisuke Honda.

“Él necesitaba que lo ayudara con el inglés y con algunas cosas del fútbol. Me llamó cuando estaba en Italia. Yo tenía que dar una clase de inglés y cancelé todo para prepararme, fue hace un año y siete meses. Hablamos de la vida y terminamos contándonos anécdotas, como si nos conociéramos de toda la vida. A las semanas me llamó diciéndome que quería que lo acompañara en su nuevo desafío”, rememoró González Dalmas. ¿El destino? Pachuca de México.

Al ser un destino de habla hispana, él pasó a tomar un rol mucho más importante que el esperado. Pasó a ser su intérprete, ayudante y hasta analista de videos. Félix, que "se defiende" hablando japonés gracias a su novia (es de origen japonés y con raíces en Trinidad y Tobago), sostuvo que la propuesta de Honda lo sedujo, ya que "tiene escuelas en varios lugares del mundo y es dueño de clubes". "Keisuke es mucho más que un futbolista", afirmó.

A mediados de 2018 todo dio un giro inesperado. El ex CSKA Moscú y Milán desembarcó en el Melbourne Victory de Australia, pero paralelamente fue contratado como mánager de Camboya. ¿Una de sus primeras medidas? Proponerle el cargo de entrenador a su ladero argentino.

“Todavía no caigo. Es una locura tener esta oportunidad a los treinta años. Lo veo como que es algo que recién empieza. Quiero trabajar para que el fútbol de Camboya pueda crecer”, comentó, aún incrédulo, de la gran oportunidad que se le presentó.

El conjunto asiático, está en el puesto 172 del ranking FIFA.

Félix, en sus entrenamientos, utiliza juegos y/o apuestas para intentar sacarle el gen competitivo a su plantel y se apoya en la tecnología para transmitir conocimiento a sus futbolistas.

"Todos los jugadores tienen un espíritu competitivo, y de alguna manera se lo tenemos que sacar. Hacemos apuestas después del entrenamiento para ver cómo trabajan bajo presión. Si pierden tienen una prenda. Es algo para generar una costumbre y hábitos dentro del equipo. Queremos que siempre estén compitiendo. Competir es divertirse", contó.

Camboya viene de participar en el Campeonato de Fútbol de la ASEAN (Asociación de Naciones del Sudeste Asiático), en el que quedó eliminada en fase de grupos al perder tres partidos y ganado solamente uno (3 a 1 ante Laos).

Lejos de bajar los brazos, González Dalma es optimista de cara al futuro: “A los jugadores siempre les decimos que no se enfoquen en los resultados, sino en el crecimiento. Por eso cuando me preguntaban por los objetivos decía que son que los jugadores jueguen mejor y se sientan mejor que el partido anterior. Para la gente es importante el resultado, y queremos darle una alegría a esta gente que ha sufrido tanto”.

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