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La final de Roland Garros de este domingo nos regaló un partido que ya está grabado con letras de oro en la historia del deporte. El español Carlitos Alcaraz (2º del mundo) se levantó como los grandes y retuvo el título en un duelo de locura contra el fenómeno italiano Jannik Sinner (1º en el ranking mundial).
La Philippe Chatrier, la cancha principal de Roland Garros, fue testigo de una batalla épica que se extendió por cinco horas y 29 minutos, convirtiéndose en el partido más largo en el reconocido torneo francés. ¿El marcador final? Un tremendo 4-6, 6-7 (4/7), 6-4, 7-6 (7/3) y 7-6 (10/2).
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Remontada de novela
Alcaraz comenzó perdiendo dos sets y con tres “¡match point!" en contra en la cuarta manga.
El punto de inflexión del partido llegó con esas tres bolas de campeonato que Alcaraz salvó cuando perdía 5-4 y 0-40 en el cuarto set.
Hasta ese momento, Sinner parecía infranqueable. Alcaraz luchaba por sobrevivir y hasta tuvo que ser atendido por el médico por una molestia en el ojo derecho.
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Con dos sets abajo, una hazaña que nunca había logrado en su carrera, Alcaraz necesitaba un milagro. Y lo consiguió. Recuperó la calma, ganó el tercer set y en la cuarta manga, llegó el prodigio. Esas tres bolas de campeonato salvadas resucitaron al español ante un Sinner que, finalmente, empezó a mostrar que también era humano.
Con la noche cayendo sobre París, el quinto set fue un regalo para el alma. Ambos tenistas ofrecieron una exhibición con cinco horas de tenis en las piernas, decidiéndose en un dramático cierre, el primero del torneo, donde el español voló.
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Dato curioso: Alcaraz firma su quinto Grand Slam con 22 años, tres meses y un día, exactamente la misma edad que tenía Nadal cuando alcanzó esta cifra. ¡El legado continúa!
