David De Gea tuvo un Mundial de pesadilla

Aunque no todas las baterías de la eliminación de España del Mundial deben apuntar sobre David De Gea, es un hecho que el portero se compró la mayoría de los números en esa rifa cuando se analizan las estadísticas que tuvo en el torneo.

En los cuatro partidos que disputó España, el guardameta del Manchester United recibió 12 remates, (contando la tanda de penales contra Rusia y un gol anulado contra Irán), de los cuales en 11 le perforaron sus redes. Visto de otra forma, el 91,6 % de los disparos contra el madrileño acabaron en gol. Estos datos llaman aún más la atención, teniendo en cuenta que durante los 10 partidos eliminatorios de la Selección rumbo a Rusia, solamente le clavaron tres pepinos.

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Cristiano abrió el camino de las dudas

Todo comenzó en Sochi contra la Portugal de Cristiano. Durante ese encuentro, que significó el debut de la Roja en la justa mundialista, el nacido en Madrid recibió tres tiros bajo los palos, mismos que terminaron en el fondo del arco. Tres goles de CR7, pero uno de ellos, el segundo, con una complicidad evidente del meta.

“Estoy tranquilo, hemos hecho un buen partido. Los que nos ponemos los guantes y salimos al campo sabemos lo difícil que es”, dijo tras el debut.

Para el segundo partido, ya sin que los nervios del primer juego funcionaran como excusa, solamente recibió un disparo bajo los tres palos que acabó en gol, pero en esa ocasión, el VAR jugó a favor de España. Pero el promedio, en ese entonces, daba indicios de lo que podía ocurrir. 100 % de los remates al marco de De Gea acabaron en gol, hasta ese entonces.

Contra Marruecos, más de lo mismo. Tres remates y dos goles. Lo rescatable para el portero, de 27 años, fue el hecho de que, después de dos partidos, por fin pudo presumir haber realizado una atajada.

No detuvo un solo penal

Con las mismas dudas, que al final se confirmaron, España se jugaba el todo por el todo contra el país anfitrión. Lo que parecía un mero trámite, terminó convirtiéndose en una pesadilla para los dirigidos por Fernando Hierro. En 120 minutos, la Roja fue capaz de realizar más de 1.000 pases, 1.114 para ser exactos, pero sin premio.

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Y para De Gea nada cambió. Los cinco disparos realizados por los rusos, eso sí, todos de penal, terminaron en el fondo del arco.

El primero durante el tiempo regular, y los 4 restantes, durante la definición desde el manchón blanco. Nuevamente el 100 % de los impactos sacudieron la red, y de vuelta a casa con el recuerdo de haberse convertido en el portero que menos paradas ha completado en una misma edición de la Copa del Mundo con al menos tres partidos jugados.