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Equipo escocés alinea a futbolista que juega con brazalete electrónico debido a sus problemas con la justicia

Paul MacGowan es el mediocampista que jugó con este objeto en su pierna en el inicio de la Premier League de Escocia

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Algunos dicen que en el fútbol ya no hay nada que inventar porque todo está inventado, pero el Dundee FC sorprendió en la primera fecha de la Premier League escocesa al alinear a su mediocampista Paul MacGowan, quien juega con un brazalete electrónico en su pierna izquierda debido a sus problemas con la justicia.

El dispositivo electrónico lo pueden llevar personas en libertad condicional (en términos jurídicos se le conoce como sistema telemático de control con GPS). También lo llevan personas que disfrutan su tercer grado penitenciario, aquellos con alto riesgo de fuga o de reincidir, personas que se encuentran en arresto domiciliario y ahora este futbolista.

Este volante de contención hizo estallar este fin de semana Twitter en el arranque de la Liga en Escocia, en la que su club perdió (2-1) en su visita al St. Mirren. Las redes le echaron el ojo al extraño bulto que tenía en el tobillo de su pierna camuflado por la media.

Debido a las características de estos elementos, no le dificultan el juego, ya que no pesan más de 150 gramos y son de un material muy resistente. Además no generan ningún riesgo de lesión para el portador ni para los rivales.

El jugador, de 30 años, cumplirá su quinta temporada en el conjunto entrenado por Neil McCann y no es la primera vez que se encuentra en una posición parecida, en los últimos ocho años ha tenido cinco problemas con la ley. Es un habitual en los juzgados.

Su historial: atacó a dos policías, a un agente de la comunidad (especie de líder comunal), y también escupió a un guardia de seguridad en la propia fiesta del club a finales de mayo. Se libró nuevamente de cárcel y esa broma le saldría en 200 libras (¢150 mil) que tendrá que pagarle al guardia de seguridad, 200 horas de servicio comunitario sin pago y supervisión por un año.

El brazalete, además, tiene un toque de queda que le impedirá jugar los partidos de la tarde de entre semana, ya que estar en la casa a las 7 p. m., algo que ya hizo en el 2015.

Diversas fuentes en el Reino Unido indican que McGowan deberá usar su dispositivo de rastreo por dos meses, para posteriormente, permanecer en su casa durante las 24 horas de viernes a domingo y con supervisión de un año.

La única libertad que encuentra Paul es en el campo de juego, donde se posiciona como volante mixto. La organización de la Scottish Premiership cumple las normas, ya que permite al jugador estar presente en el campo cumpliendo con lo señalado por la justicia.

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