Final de amputados terminó empatada en goles y coraje

El difícil momento de perder su pierna derecha en un accidente con su motocicleta hace seis meses, no significó el fin del mundo para José Pablo Jaén Díaz, vecino de Nandayure, Guanacaste.

El pampero, de 22 años, supo como afrontar ese doloroso momento y se entregó de lleno a jugar fútbol en el Torneo de Amputados de nuestro país y este sábado como todo un campeón se mandó la mejenga de ida en la final de este certamen con su equipo el Real Fortaleza frente al Club Morado.

"Cuando volví en mi la rodilla estaba desbaratada, me llevaron al Hospital de Nicoya, pero la vena principal que va al corazón se había reventado y de ahí me trasladaron de emergencia al Hospital de Liberia, donde me trataron de salvar la pierna. Sufrí una hemorragia y me trasladaron de emergencia al México porque la pierna estaba con una fuerte infección" contó Jaén.

El guanacasteco tuvo que aceptar el destino de quedarse sin su pierna.

"Si no me la amputaban corría peligro mi vida u otras partes de mi cuerpo y con el dolor de mi alma lo acepté, gracias a Dios pude lidiar con eso por que Él me preparó" contó este valiente.

Antes del accidente José Pablo era un fiebrazo y lo que más lo atormentaba era pensar que nunca más volvería a mejenguear.

"El fútbol es una de mis grandes pasiones y creí que nunca volvería a jugar hasta que un día vi un video donde se avisaba que en Costa Rica había equipos para amputados", recordó José Pablo.

"Por medio de una página de Facebook averigüé, llamé y los encargados me invitaron. Producto de esa conversación pude ingresar y hoy formo parte del Real Fortaleza" contó orgulloso Jaén.

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El jugador viaja una vez por semana desde Guanacaste hasta Escazú para entrenar con su equipo.

"Salgo a las 4 de la madrugada y voy llegando a las siete de las noche. Mis papás, aunque no viven juntos, me han apoyado incondicionalmente. Juego de defensa central y me siento pura vida porque sé que puedo luchar y salir adelante", comentó.

El Real Fortaleza es un equipo conformado por jugadores de Guanacaste, Quepos, Alajuelita, Pavas, Coronado y Heredia. Este es el tercer campeonato en el que participan y la tercera final que juegan.

Actualmente son los bicampeones, el técnico se llama Adrián Quesada y la preparadora física Ana María Brizuela.

Primer round empatado

Este sábado, en la plaza de El Carmen en Cartago, se realizó el primer encuentro de la final de amputados entre el Real Fortaleza y el Club Morado, el cual terminó empatado 1-1. El juego de vuelta será la semana próxima en Escazú, en el estadio Nicolás Masís.

Primero anotó el Club Morado por medio de Alvaro Gónzalez y por el Real Fortaleza lo hizo José Chacón.

"Su limitante física no los hace diferentes, ellos son muy valientes y son iguales que los demás. La semana anterior jugamos un colectivo con personas de cuerpo completo y fue una linda experiencia. Las edades del Real Fortaleza es de 20 años en adelante y el máximo son 14 integrantes. La base de la Selección Nacional es nuestro equipo" comentó orgulloso Greivin Fonseca, asistente técnico .

El Club Morado está a cargo del técnico Ricardo Solano y tiene un año de formado.

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“Vienen de diferentes lugares del país, como Puntarenas, Parrita, Cartago, entre otros. El año pasado en el campeonato quedaron en el último lugar y ahora estamos disputando la final.

"Entrenamos cada ocho días en donde nos presten las canchas. Económicamente es difícil porque cada uno debe pagarse el uniforme, pago de cancha y árbitro, ya que no tenemos ayuda, sólo un señor de apellido Morera que nos ha ayudado y la semana anterior nos aportó los uniformes; estamos a la espera a ver si el Saprissa nos colabora" dijo Solano.