Los incidentes que se dieron en el juego entre el Independiente de Avellaneda y la Universidad de Chile, por la Copa Sudamericana, no quedaron ahí y la Conmebol impuso una sanción histórica
La organización descalificó al equipo argentino de la Copa y estableció la pérdida de la localía, y la prohibición de público en los próximos siete partidos, tanto de local como de visitante.
Por otro lado, el equipo chileno continuará en el torneo, avanzará a los cuartos de final, pero también deberá jugar sin aficionados en igual cantidad de encuentros, tanto en casa como fuera de ella.
La Conmebol tomó la decisión basada en una investigación, luego de los lamentables hechos que se dieron el 20 de agosto pasado.
Ese día se jugaba el partido de vuelta de los octavos de final y todo comenzó cuando los seguidores chilenos destrozaron las instalaciones de su sector y agredieron a simpatizantes locales.
La situación se agravó cuando fiebres del Independiente se metieron a la barra rival y atacaron a los universitarios.
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También, cada equipo deberá pagar una multa de $250 mil (126 millones de colones) y deberán exhibir un cartel con un contundente mensaje: “Basta de racismo, discriminación y violencia”, en sus próximos juegos.