La Liga le tiene puesta la medida al Saprissa en la Cueva, tanto en hombres como en mujeres.
Lo decimos porque Alajuelense le ganó dos clásicos a los morados en el estadio Ricardo Saprissa en apenas una semana.
Luego de la goleada 5-2 que le pegaron los rojinegros a los tibaseños el domingo pasado, las leonas hicieron lo propio y también vencieron a domicilio a las moradas 2-1, en el que se denominó como el primer clásico nacional femenino de la historia.
Aunque Codea tiene rato de enfrentar a la "S" en el fútbol femenino, hasta ahora lo hace siendo parte de Alajuelense, equipo que compró la franquicia el pasado 6 de setiembre.
De hecho, el resultado parece que se apegó a la historia de la histórica rivalidad entre estos dos clubes, pues en el primer clásico masculino, jugado hace 70 años en La Sabana, también lo ganaron los rojinegros con marcador 6-5 y siendo locales los morados.
Vamos al fútbol
Este primer duelo arrancó tibio: llovió un poco, el clima estaba frío y tras de eso las graderías estaban peladas.
Al Sapri le costó salir de su terreno y tuvo que esperar hasta el minuto 14 para tener su primer acercamiento.
Esto sirvió para que el juego calentara un poco más, porque hasta ese momento, la mejenga no ofrecía nada vistoso.
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Inclusive, los primeros 30 minutos pasaron sin pena ni gloria.
Eso sí, a partir de ese minuto el Monstruo tomó cartas en el asunto y con sendas llegadas al marco de Valeria Sánchez convirtieron en pocos segundos a la portera manuda en la figura de la primera parte.
De forma inteligente, la Liga siempre mantuvo la idea de asustar a la zaga local corriendo muy bien las bandas con Priscilla Chinchilla y María Fernanda Barrantes.
Las leonas usaron un planteamiento parecido al de los varones hace ocho días, pues esperaban atrás y salían sopladas en contragolpes.
El Saprissa, por su parte, apostó a tocar más en corto, al mejor estilo que quiere practicar Paté Centeno con los hombres.
Desde las gradas, los 1.300 aficionados que llegaron a ponerle bonito a este clásico, empezaron a murmurar que tal vez si el señor don gol llegaba, la historia de la primera parte cambiaría radicalmente, pero se vivía de los casi-casi, nada más.
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Pero cuando todo el mundo pensaba que llegaría el descanso con la pizarra limpia, llegó el primero, a favor de las manudas.
Y otra vez, como hace 70 años, el primer gol de los clásicos fue a favor de la Liga.
El tanto cayó al minuto 44 tras una gran corrida por la izquierda de María Fernanda Barrantes, quien mandó una excelente asistencia para Priscilla Chinchilla, que no perdonó para el 1-0.
Brava
La segunda mitad fue mucho más brava que la primera. De hecho, las erizas pudieron ampliar el marcador, pero desaprovecharon la oportunidad y eso lo pagaron muy caro minutos después.
Al minuto 47 Mariela Campos soltó un remate que parecía sencillo, pero la guardameta visitante, Valeria Sánchez, soltó la bola y le dejó el rebote a María Paula Salas, quien decretó el 1-1.
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Sin embargo, la pedrada que está para el perro, ni metiéndose al cafetal se la quita. La historia del primer clásico ya estaba escrita desde hace muchos años y nadie lo iba a pode cambiar.
Por eso la misma Chinchilla sacó provecho de eso para marcar su doblete y poner así el 1-2, al minuto 65.
“Demostramos en la cancha que fuimos mejores, sobre todo aprovechando las opciones de gol que tuvimos porque a veces en estos juegos no se dan muchas, sabíamos que por las banda se les podía hacer daño y gracias a Dios me quedaron esas dos para anotar”, expresó Priscilla Chinchilla.