La opinión del morado: ¡Bola no se va!

Regresamos después de dos fines de semanas libres, deseando primeramente un feliz Año Nuevo, esperando que todo les salga bien.

Hoy quiero hablar del tema de Christian Bolaños, un grande entre los grandes de la institución morada que empezó su caminar profesionalmente en diciembre del 2001. Desde joven, Christian estaba destinado a ser grande, no solo en nuestro país, también fuera de las fronteras, prueba de ello el par de goles que marcó, uno en la final de CONCACAF contra Pumas y la anotación contra el Sydney FC en el Mundial de Clubes, que de ahí nació el: “Bolañitos querido, ¡Oye cómo va Saprissa!, ¡Bolaños y el gol!, ¡Qué rico!”, y para cerrar con broche de oro el pase de ensueño a Michaell Chirinos en la final ante Herediano.

Además, Christian no solo fue ídolo acá en nuestro país, también en Noruega con el Odense BK y el IK Start, le fue tan bien que a los 35 años lo contactaron para ficharlo como refuerzo, donde existen jugadores en el mundo más jóvenes, pero que el presidente lo llame, solo significa una cosa, fue un grande en la institución.

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Hoy Christian se puede sentar a comer en la misma mesa de Erick Lonis, Adrián Mahía, Erick Marín, Evaristo Coronado, Alonso Solís, Walter “Paté” Centeno y otros grandes de nuestro club e incluso le sumamos su camiseta subida en lo más alto de la gradería de sombra este y el retiro temporal de su número.

No quiero terminar la columna sin antes decir, gracias Christian, por todo el legado que nos regalaste y por lo que vendrá en tu nuevo puesto en la institución, no tengo duda que dejarás un gran sello personal de ADN y amor al equipo, a las futuras generaciones.

Pablo Montero V.

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