OPINIÓN: Los misterios del Esqueleto con la selección sub-23

“El tiempo saca a la luz todo lo que está oculto”. Esta frase es de Horacio, un poeta romano. Y la enseñanza popular también nos dice: “El que nada esconde nada teme”.

Y en esos secretos, a estas alturas de la vida, anda el técnico de la Sele Sub 23, Douglas “el Esqueleto” Sequeira, a menos de un mes para que se inicie el preolímpico para ir a Tokio, que se jugará en Guadalajara, México.

La Sele abrirá contra Estados Unidos. En el grupo están México y República Dominicana.

Los fogueos con Honduras, el del martes en el Estadio Nacional empatado a cero, y el de este jueves en el Ricardo Saprissa, son a puerta cerrada. Hasta los futbolistas deben presentar la cédula para entrar a la cancha.

¿A qué le teme Sequeira? ¿Será que inventó un revolucionario esquema de juego que dejará al mundo con la boca abierta y no quiere que se lo copien?

El objetivo de tanto secretismo es el de “de guardar todas las armas posibles”. ¿Cuáles armas? Si un técnico rival medianamente inteligente en los primeros 10 minutos de juego ya habrá descifrado el planteamiento táctico y no creo que Estados Unidos vaya a caer en cruz por enfrentar a Costa Rica.

Considero, más bien, que Douglas le huye a las críticas, no quiere que lo cuestionen y menos que se le haga un mosquero a pocas semanas del debut.

Solo así entiendo que que no quiera mostrar cómo toca la pecosa el grupo. Esta selección es para lucirla. Hace rato, al menos por nombres, no vemos una sub-23 con jóvenes tan talentosos como Fernán Faerron, Jurguens Montenegro, Randall Leal, Bernald Alfaro, Jimmy Marín, por citar solo algunos.

Claro, no podemos decir lo mismo del cuerpo técnico.