Saprissa quedó casi fuera de la semifinales, al igualar anoche a un gol frente al Cartaginés en la Cueva del Monstruo y ahora dependerá de los resultados de otros equipos para clasificar.
Cartaginés es el que tiene la papa en la mano. Debe ganar sus dos partidos restantes y estará clasificado.
Fue un juego vibrante, con gol anulado al cierre, con intervenciones del VAR y con el cuadro brumoso sacando agua del bote casi todo el partido, luego de que se quedara con uno menos por más de 60 minutos. El juego terminó calentico por esa jugada del cierre.
La mejenga inició a todo tren, los equipos parecían locomotoras y en siete minutos ya se habían cantado dos goles.
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Cartaginés muy agresivo con la bola en los pies, yendo al frente cada vez que podía, algunas veces con toques, otras veces con más verticalidad.
Esa agresividad, sin duda, sorprendió a Saprissa, que posiblemente esperaba a un rival más metido atrás, cuidando al máximo su portería.
Esos primeros minutos electrizantes fueron de poder a poder.
Al minuto 4, luego de una serie de pases en el medio campo, el balón llegó al lateral Diego González, quien por la banda izquierda avanzó tres pasos y soltó un tremendo cañonazo, de piconazo, de largo, que fue imposible para Esteban Alvarado.
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El libreto era claro, si Saprissa quería el cuarto lugar tendría que sudar sangre porque Cartaginés estaba allí para complicarle la vida, para defender su posición y para golpear.
El Monstruo no dejó que Cartaginés creciera, pues el empate llegó al 7.
Un tiro de esquina fue cabeceado por Fidel Escobar, quien le ganó el salto a González para poner el 1 a 1.
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Después de esas muestras de poder, el juego siguió intenso. Cartaginés por la izquierda, con González, por el centro con Ureña y con el incómodo de Mauro Quiroga, quien cumple una función táctica importante, no dejaron de inquietar a los locales.
Saprissa intentó hacer fútbol. Se juntó Mariano con Fidel, hacía un buen partido Kenay Myrie por la derecha y el partido era lindo.
Después llegó la roja para Kevin Espinoza (al 24), por impedir una clara opción de gol de Nicolás Delgadillo. Era una posición ideal para Mariano, pero su remate salió desviado.
La roja cambió las posturas de los equipos, Saprissa dominó con intensidad el resto del primer tiempo, pero sin peligro. La inicial terminó con un buen empate brumoso, pero quedaban 45 minutos.
Batalla final. Cartaginés entró replegado y disminuido al complemento, pero con el resultado que le servía, un empate.
Saprissa encimó desde el principio. Fidel en buen nivel, por fin. Mariano como guía y Myrie creciendo en su fútbol, eran los principales elementos morados para doblegar al bravo cuadro brumoso.
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En 59 minutos, la sensación que imperaba era, “en cualquier momento cae el gol”, pues Saprissa tenía tomado del cuello al Cartaginés, lo sacudía, pero no le daba el golpe.
Cartago inquietó, con un fuera de juego, que aunque no cuajó fue suficiente para pegar un susto y le hizo ver al Monstruo que debía anotar rápido, pero ya se jugaban 65 minutos y los brumosos seguían vivos.
Lo intentaron con Ariel, con Delgadillo, con Fidel, pero la S no podía y los minutos pasaron y el Cartaginés se hizo fuerte, más cuando entraron los cambios morados, que no están al nivel de los titulares.
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La jugada del cierre, con gol morado anulado con el VAR por un desplazamiento de Jefferson Brenes a José Luis Quirós, alargó la agonía. La falta fue clara, pero muy disimulada.
Y Cristopher Núñez pudo hacer el gol del año, en una espectacular jugada individual, pero se engolosinó. Alvarado le tapó el primer remate y botó el segundo, cuando tenía a Jesús Batiz solo.
Empate vibrante y lleno de lucha y entrega.