Ticos se la jugaron bonito en la maratón de Nueva York

La maratón de Nueva York, una de las pruebas de atletismo más importantes del mundo, se convirtió en la prueba ideal para que dos ticos se la jugaran como los grandes en las calles de la Gran Manzana al lograr muy buenos tiempos.

Carlos "Macho" Moncada, en la rama masculina, y Diana Bogantes en la femenina destacaron entre los 175 compatriotas que se rozaron con los mejores del atletismo mundial.

Moncada, quien es una de las caras más conocidas en la escena del atletismo y el triatlón nacional y que corre con equipo The Crew, paró el cronómetro en 2:44:49. No obstante, su tiempo fue muy inferior a la del corredor keniano Geoffrey Kamworor, quien se dejó la prueba con un tiempo de 2:10:48.

Macho mantuvo el ritmo de la competencia para cerrar sin problemas la prueba que arrancó a las 9 a. m. hora tica, y que contó con 50 mil corredores. Con esta prueba se cerraron las grandes maratones mundiales del año.

En la rama femenina, Bogantes mejoró su marca personal al acabar la maratón en 2:56:58. La atleta del Umbali Running Team ha tendido un gran año, ya que en cada competencia ha logrado mejorar sus tiempos.

En la rama femenina se dio la gran sorpresa con la victoria de la gringa Shalane Flanagan, quien detuvo el reloj en las 2:26:53 rompiendo así con una marca negativa de 40 años en la que ninguna competidora local había podido ganar la famosa prueba.

Lo logrado por Flanagan fue una bofetada a las atletas africanas que suelen dominar estas carreras, pero en este caso los madrugó la potencia de la oriunda de Colorado y de 36 años.

“Es algo indescriptible. Trataré de vivir y saborear al máximo este momento. Este es un momento con el que he soñado desde que era una niña”, manifestó Flanagan, quien había dicho que se retiraría si triunfaba en Nueva York.

La carrera transcurrió sin interrupciones, unos días después de que un atentado con un vehículo en una ciclovía en el bajo Manhattan dejó ocho muertos. La policía había anunciado un operativo sin precedentes en el recorrido que siguió la maratón.

Hubo cientos de policías más salvaguardando la seguridad, tanto uniformados como de civiles. Se contó con comandos antiterroristas, con armas de alto calibre, perros sabuesos y francotiradores colocados en los pisos superiores de algunos edificios.