Alajuelense se llevó un empate a dos del estadio Saprissa en el primer partido de la final del Apertura 2025, un resultado que para muchos podría ser positivo, pero que dejó un claro sinsabor en el técnico manudo, Óscar Ramírez.
Machillo sintió que la Liga pudo más
El entrenador rojinegro aseguró en conferencia de prensa que fueron a buscar más a Tibás y que, por desarrollo del partido, perfectamente pudieron ganar, lo que habría sido un resultado enorme en una final.
“La sensación es la de un clásico final, fue un primer tiempo calculador, pero en la conexión de defensa y el medio no estuvimos de la mejor manera. Con el gol de Saprissa se rompió el hielo y en cinco minutos cambió todo”.
Lectura táctica y respeto al rival
Ramírez también analizó el planteamiento del cuadro tibaseño, reconociendo la cautela del rival y las oportunidades que tuvo la Liga para liquidar el juego.
“Teníamos condiciones para la contra y Saprissa también. Fue un planteamiento de Vladimir Quesada precavido. Tal vez era la oportunidad de haber cerrado con victoria con esa que nos quedó. Ellos con el empate crecieron al final”, explicó.
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Optimismo, pero con espinita
Consultado sobre qué tan fortalecido sale su equipo tras el 2-2, Machillo fue claro: hay confianza, pero también frustración por no llevarse más.
“Veníamos por más y con los cambios buscábamos terminarlo, como con Anthony Hernández. Dada la circunstancia bien, vamos fortalecidos, pero sin menospreciar a Saprissa”, añadió.
Mesura total a 90 minutos del título
El técnico manudo también envió un mensaje claro sobre cómo manejar la ansiedad cuando el título está tan cerca.
“En esto es apelar a la cordura y la mesura, tenemos un digno rival que llegará a jugarse su última opción para buscar una gran final. Nosotros con control, pero al frente tenemos a un rival histórico, no es a la loquera. Con este partido queda más luz, pero no sé cómo lo planteará Vladimir Quesada”, indicó.


