Los números del mexicano Ronaldo Cisneros, previo a su llegada a Alajuelense, alarmaron a algunos que ponen en duda el olfato goleador del atacante.
En la primera división del fútbol azteca, Cisneros jugó 99 partidos y marcó 11 goles, entre torneos regulares y liguillas, (según Transfermarkt, sitio especializado en estadísticas y datos); en los clubes Santos, Chivas de Guadalajara y Querétaro.
LEA MÁS: Ronaldo Cisneros: hay algo del nuevo delantero de Alajuelense que preocupa más que sus bajos números
Su efectividad en la Liga MX no es alta, uno de los motivos por los que habría salido de su país para probar suerte en el torneo tico, el cual está unas gradas por debajo en calidad.
Un dato que pone las cosas en perspectiva es al revisar las cifras con las que otros atacantes mexicanos llegaron a Tiquicia, las cuales tampoco eran buenas.
Jugadores como Jesús Godínez, José de Jesús González, Brian Rubio tampoco vinieron con buenos números a Costa Rica, pero lograron destacar en la liga nacional, pese a ser jugadores de poco cartel en su país.
LEA MÁS: Ronaldo Cisneros envió sentido mensaje antes de llegar a Costa Rica para unirse a Alajuelense
Antes de venir a Costa Rica, en enero del 2023, con 25 años, “Chuy” Godínez solo sumaba dos goles en la máxima división de México en cinco años, tras jugar en Chivas, Necaxa y León, clubes en los que fue suplente en todos ellos.
En el caso del Tepa González, vino a los 23 años sin haber anotado nunca en primera división en México, tras militar en Chivas y Atlético San Luis. Además, marcó 17 tantos en la Liga Expansión (segunda de México) en tres años.
Brian Rubio, atacante que el Team recuperó para esta temporada, luego de haber tenido un primer paso como florense en el 2019, llegó la primera vez con solo cinco goles en la segunda división.
Luego cuando volvió a México entre el 2020 y el 2025 marcó 16 goles en primera con Mazatlán, León y FC Juárez. En los últimos tres torneos, hizo solo tres goles con Mazatlán, mientras que con Querétaro no marcó.
Los tres atacantes marcaron diez goles o más vestidos de rojiamarillos una vez que se acomodaron en el fútbol nacional.