Saprissa se llevó de Puntarenas mucho más que el liderato

Este domingo, en el estadio Lito Pérez de Puntarenas, Saprissa pudo poner lo que es el primer peldaño en su lucha por el título 40, la victoria 2-0 en el Puerto significó algo mucho más allá del liderato.

En el panorama general, la gran noticia es que la victoria le llevó a la cima del Clausura 2024, apenas a dos fechas de acabar la primera fase del torneo regular, ya con dos puntos sobre el Herediano.

Pero el análisis dice que el Monstruo ganó mucho más, se puso apenas a un brinco de asegurarse como mínimo la gran final del campeonato y toda la confianza de vibrar con el tetracampeonato.

Las buenas noticias no acaban ahí, eso es solo lo que dice la tabla, sino que en el cierre del certamen, en la antesala de las semifinales, recuperó a sus caras más pesadas y que por mucho rato estuvieron lejos.

Hace cuánto la S no se daba el gusto de que sus cambios fueran David Guzmán, Pablo Arboine, Warren Madrigal, Jeffry Valverde y, para cerrar con broche de oro, Kendall Waston, que hasta se fue con gol.

Solo súmele a esos nombres el regreso de Fidel Escobar, que estaría listo para las semis, y tiene una planilla que parte como la gran favorita para sumar una estrella más, las sensaciones tienen que ser buenas.

Fue un partido redondo por donde quiera que se le vea, hasta en la sensación de la afición, que pasó de criticar en el primer tiempo la alineación de jugadores como Jorkaeff Azofeifa, a aplaudir el regreso de los artífices de un tricampeonato que ya huele a tetra.

Se nota mucho la diferencia entre planteles, entre el Saprissa B, por así decirlo, y el que tiene a las grandes figuras, así tengan apenas un ratito en cancha, hasta la mentalidad, empuje y parado es otro.

Vea que el primer tiempo en la Olla Mágica fue ralito, rayando a bostezo, con pocas opciones en los marcos. La S, por raro que suene, salió hasta a aguantar, relajado, sin meter la marcha ni nada que le urgiera, ¿pero y el liderato? Ganando se aseguraba, lo que desesperaba a más de uno al verlos.

Si acaso se puede destacar el gol anulado a Javon East, que definió de buena manera, pero estaba claramente adelantado. Daba la impresión que se tomaba el partido con mucha calma.

Puntarenas la buscaba, pero tampoco tenía claridad, tuvo cualquier cantidad de centros a la olla, ya fuera en tiros libres o en jugadas en acción, se nota que tienen que trabajar en paleta en eso, porque no hubo ni uno bueno.

Otra cosa

Para el segundo tiempo, cuando Vladi hizo cambios, metió a Guzmán y a Jeffry al medio tiempo, sacó a Azofeifa y Joserth Hernández, y pasó a un sistema 4-3-3. Ahí se comió al Puerto.

El primero cayó rapidito, a los 54′. Ariel Rodríguez se llevó a una bola desde tres cuartos de cancha, jaló marcas, entrando al área se la puso a Luis Paradela, este de primera intención se la tiró a Javon, quien definió de buena manera ante la salida de Miguel Ajú.

El jamaiquino sorprendió además en la celebración, tomó la pecosa, la metió bajo su camisa y se fue chupando el pulgar, señal que viene un bebé en camino y pronto será tata.

Hasta ahí llegó el Puerto, no tuvo la capacidad para hacerle frente al rival y menos cuando le siguió metiendo a sus pesados regresos, vino Pablo Arboine, luego Warren y cerró la tanda con Kendall.

Le tocó a Ajú sacar pecho, demostró una vez más que tiene mucha calidad, tapando un tiro libre a Guzmán, otro a Mariano y otro remate más por la banda izquierda que le hizo el capi morado.

En un partido de tantas satisfacciones, ver a “Langui” anotando el 2-0 transformó la felicidad en un gran júbilo, porque Waston no solo jugó por primera vez en el torneo sino que lo hizo con gol.

La Torre tenía apenas un par de minutos en el campo, para que no se jodiera mucho lo tiraron de delantero, pero con ese olfato que lo caracteriza la pescó.

Javon tiró tras un gran pase de Kendall, Ajú rechazó y de cabeza el 4 del Monstruo la mandó al fondo. Liderato, regresos y un tufo a 40, Saprissa la pegó a cartón lleno.