Edwin Chavarría Camacho, de 26 años, creció en una finca en Guanacaste, junto a sus abuelos y con cuatro hermanos. De todos ellos, solo él decidió continuar hasta la universidad, rompiendo así un patrón familiar. Desde niño comprendió que la educación sería su herramienta para salir adelante y alcanzar sus metas.
LEA MÁS: Migración abre feria de empleo para reclutamiento permanente
Su educación comenzó en la escuela local, a la que debía caminar casi una hora, lloviera o hiciera sol.
“Mi mamá, Rosa Chavarría, siempre nos apoyó con los estudios y meterme en el internado me permitió economizar, ya que nos quedaba más cerca el colegio y nos daban lo que necesitábamos para estudiar”, recordó Edwin sobre su traslado al internado Ciudad Hogar Calasanz en San José, donde continuó su educación.
Este cambio fue clave, ya que le permitió concentrarse en sus estudios y aprender de un entorno académico más exigente, mientras su familia lo apoyaba incondicionalmente.
Primer trabajo y formación de familia
En 2017 culminó su bachillerato y al año siguiente inició su primer trabajo en planificadora El Hornito, donde aprendió a preparar panes, queques y todo tipo de productos de repostería. Fue durante este periodo que conoció a Evanessis Ochoa, con quien en 2019 tuvo su primer hijo, Jekyll Chavarría. Esta etapa marcó el inicio de un equilibrio entre responsabilidades laborales y familiares, que sería un desafío constante en su vida.
LEA MÁS: McDonald’s tendrá su “Ruta de Empleo” de octubre con ferias presenciales en el GAM
Decisión universitaria y desafíos económicos
En 2020, Edwin tomó la decisión de ingresar a la universidad, siguiendo una carrera que siempre le apasionó, que lo convirtió en ingeniero en sistemas de computación.
LEA MÁS: Esta es la nueva forma en que las empresas eligen a sus empleados
“Fue bastante complicado en lo económico, porque es una carrera cara. Como no podía llevar bloque completo, llevaba dos o tres materias y así, poco a poco, fui avanzando”, explicó.
Durante este tiempo, tuvo que dividir su jornada entre el trabajo, los estudios y la familia, aprendiendo a organizarse y priorizar responsabilidades. La llegada de su segundo hijo, Jeydan Chavarría, en 2023, lo motivó aún más a buscar un equilibrio sólido entre sus compromisos y a ser un ejemplo vivo de disciplina para sus hijos.
Adaptación y motivación durante la pandemia
La pandemia cambió la modalidad de estudios y la virtualidad le permitió ahorrar tiempo en transporte, lo que le dio la oportunidad de compartir más con su familia.
“A pesar de las dificultades no me rendí. Cada cuatrimestre me motivaba a seguir y mi esposa siempre me apoyó, incluso en los momentos más complicados”, confesó Edwin. Esta experiencia le enseñó que con planificación, apoyo familiar y constancia, es posible superar obstáculos y cumplir objetivos, aun en tiempos difíciles.
Ejemplo para hermanos y niños
Edwin se considera un modelo para sus hermanos, quienes por diversas razones no continuaron con la educación formal.
“De mis hermanos solo uno decidió retomar estudios y la menor está en el colegio. Yo podría decir que soy ejemplo de mis hermanos”, aseguró. Además, les aconseja avanzar poco a poco y no desanimarse: “No es necesario llevar bloque completo, paso a paso se logra la meta”.
Su ejemplo también se refleja en sus hijos. “El mayor ya comprende un poco más y está muy orgulloso. Incluso contó a sus amigos de la escuela que estuvo en la graduación del papá”, relató con orgullo.
Edwin se siente motivado por ver cómo sus hijos perciben el valor del esfuerzo y la educación como una herramienta para mejorar la vida.
Trabajo y motivación diaria
En su empleo actual, Edwin convive con compañeros que estudian y otros que no.
“Se llenan de alegría al ver mi esfuerzo y me felicitan. Algunos quieren iniciar estudios para en un futuro tener algo mejor. Entiendo que estudiar es complicado porque los gastos en casa son muchos, pero siempre se puede salir adelante”, comentó.
Esta interacción diaria refuerza su convicción de que el esfuerzo personal tiene un impacto positivo en quienes lo rodean y que el ejemplo es la mejor forma de inspirar a otros.
Mensaje a los jóvenes
A los muchachos que aún no estudian o que ponen excusas, Edwin les envía un mensaje claro:
“Hay muchos factores por los que la gente no estudia, pero no se rindan antes de empezar. A veces uno ve el camino difícil, pero el esfuerzo tiene su recompensa. Mi motivación fueron mis hijos, y cuando uno tiene un sueño y lo pone en las manos de Dios, se puede lograr. Estudiar no solo abre puertas laborales, sino que fortalece la mente y el carácter. No importa cuánto tiempo tome; lo importante es avanzar”, dijo.
Planes a futuro y apoyo familiar
Edwin planea continuar sus estudios, pero primero quiere apoyar a su pareja Evanessis Ochoa para que finalice el bachillerato.
“Me gustaría que en el futuro estudie Educación o Preescolar, porque le gustan mucho los niños”, concluyó.
Sin duda su historia demuestra que con determinación, apoyo familiar y organización, es posible combinar estudio, trabajo y vida familiar, y convertirse en un ejemplo inspirador para hermanos, hijos y hasta compañeros de trabajo.