El Mundial fue un gran ‘Big Brother’ para Rusia ya que podían espiar a todos los aficionados gracias al FanID
Había un código de barras que funciona como un GPS. Gracias a ese código si traías consigo el FAN ID podías ser monitoreado las 24 horas del día. Se sabría si estabas en el baño, en el bar de moda, o tomando fotos en la Plaza Roja.