Diay, a mí me da un yeyo.
Etiquetas VELORIO
Ya ni a los muerticos respetan. Es el colmo.
Los brasileños se amontonan para poder darle el último adiós al que considreran el más grande de la historia
Diay, a mí me da un yeyo.
Ya ni a los muerticos respetan. Es el colmo.
Los brasileños se amontonan para poder darle el último adiós al que considreran el más grande de la historia