Santiago Abarca se ha convertido en el pequeño galán de Nace una estrella y su abuela es la más celosa al verlo tan conqueto en el escenario.
El vecino de Patarrá de Desamparados, de apenas 10 años, se ha ganado el cariño de los televidentes y, en especial de las juezas Debi Nova y Myriam Hernández.
Su mamá, Raquel Abarca, contó que él fue quien le pidió a su abuela, María Abarca, que lo llevara a la audición en Teletica porque le ha gustado cantar desde muy niño.
Doña María contó que ella y su pareja sentimental son las que pasan ensayando con él para sus presentaciones en la escuela y, por eso, no dudaron en apoyarlo cuando dijo que quería ir al programa de Teletica.
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La “Tita” agregó que lo que no le gusta es que ahora tenga que compartir su cariño con tanta gente.
“Yo sí soy tóxica. Yo le digo: ‘Santi, no, usted es mío’. Y dice: ‘Tita, no, yo ahora soy de mi público’”, mencionó la señora.
Su mamá, por su parte, dice estarse acostumbrando a que en un futuro será “un guapetón” y que le tocará compartir su amor con otras.
Sin miedo al público
Doña Raquel contó que Santi tiene un hermano más, pero que él siempre se destacó por ser muy chispa, juguetón y bien hablantín.
El talento para cantar, al parecer, lo heredó de ella, solo que con la diferencia que a esta mamá no le gusta cantar frente un público.
“Él no le ha tenido nunca pánico escénico a nada. Él siempre ha sido así de extrovertido, carismático, divertido. Es más, dice que él canta mejor con público que sin el público”, contó la mamá.
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La familia de Santi es una de las que más identificada llega a cada gala, pues según contaron, desde que quedó entre los cinco niños concursantes, se pagaron a hacer una camiseta con su foto, carteles y en todo el barrio se han dedicado a pegar volantes con la información para que voten por él por si llega a esta nominado en algún momento.
“Él pasa haciendo tiktoks y anuncios y cosas lindísimas, le quedan supernaturales”, contó la orgullosa abuela.