Después de estar al borde la muerte y de luchar por su vida en el hospital San Vicente de Paúl por más de mes y medio, el modelo Jason González salió la tarde de este lunes del centro médico herediano.
El también bailarín y empresario jaló caminando y con una sonrisa de oreja a oreja.
El exintegrante del grupo coreográfico Factor X contó a La Teja, pocos minutos después de haber salido del hospital, que debe seguir una serie de recomendaciones médicas para que pueda recuperarse por completo.
“Debo tener reposo por unas tres semanas, tomar anticoagulantes, pastillas para controlar la presión alta y para el dolor. Y tengo cita de control el próximo dieciséis (de abril)”, indicó.
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González además contó que su novia Susana Acosta fue quien llegó por él.
Desde que Jason se sintió mal, Susana casi que lo llevó a la fuerza al hospital. Ella ha sido su apoyo incondicional durante la dura prueba de salud que enfrentó.
El animador dijo que el primer gustico que quería darse apenas llegara a la casa era comer helados de Oreo.
Un milagro
González, quien es conocido por aparecer como instructor de ejercicios en varios programas de tele, ingresó el pasado 11 de febrero al hospital desorientado, con problemas para respirar, caminar y hablar.
Su situación se complicó y tuvo que ingresar a Cuidados Intensivos, donde estuvo entubado y sedado por varios días.
Luego de muchos exámenes médicos le diagnosticaron la extraña enfermedad llamada púrpura trombocitopénica, que es un problema del sistema inmunitario que destruye las plaquetas, por lo que necesitó de varios tratamientos y hasta de cinco transfusiones diarias para estabilizar su organismo.
Tuvo que someterse a dos cirugías, la segunda fue de emergencia por una hemorragia interna que presentó como complicación de la primera operación y se recuperó de una trombosis en una pierna y del colapso que tuvo un pulmón.