Farándula

Guns N’ Roses en Costa Rica: así se vivió el esperado concierto desde los ojos de un fan

Guns N’ Roses ofreció un gran espectáculo este miércoles, acá le contamos cómo estuvo, lo bueno y lo malo

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Guns N’ Roses inauguró en Costa Rica su gira latinoamericana con un concierto cargado de espectáculo y recuerdos.
Guns N’ Roses hizo vibrar el estadio Nacional de Costa Rica. (X: @deljamesgang/X: @deljamesgang)

El reloj ya marcaba poco más de las 7 de la noche, en las miles de camisetas negras en el estadio Nacional se sentía la expectativa, pero a la vez la impaciencia porque el tan esperado momento llevaba unos minutos atrasado, pero entonces retumbaron los acordes de “Welcome to the jungle”, uno de los clásicos de Guns N’ Roses, ¡y estalló la locura!

Sin duda el concierto de la banda norteamericana, una de las más famosas en la historia del rock and roll, fue uno de los eventos del año y acá quiero compartirles cómo estuvo la noche, pero no esperen la crítica de un experto de música, porque estoy lejos de eso, esta es la experiencia de alguien que cuando oyó “November rain” por primera vez siendo adolescente, supo que la escucharía cientos de veces, o que cada vez que oye “Sweet Child o’ Mine”, sus dedos se creen Slash y empiezan a tocar esa intro en una guitarra imaginaria.

Llegué temprano, antes de que abrieran las puertas del estadio, porque quería sentir ese ambiente previo, la gente con sus chemas negras, sombreros como los del famoso guitarrista del grupo, mucha emoción y algunos con una bebita refrescante en mano... todo formando una vibra que, personalmente, solo he sentido momentos antes de un concierto de rock.

En cuanto al tema de ingresos, no puedo hablar desde mi experiencia ya que ingresé como periodista (que por cierto esa parte estuvo muy bien), pero no vi molotes. Cuando abrieron los portones, la gente de gramilla, como es lógico, corrió para estar lo más adelante posible. De pronto ayudó que no sentí tantísima gente que llegara temprano, sino que se fueron acercando al estadio poco a poco y eso colaboró a que todo fluyera bien.

Slash y sus solos de guitarra encendieron a un público que lo ovacionó durante toda la noche.
Slash, sencillamente, está en otro mundo. (X: @deljamesgang/X: @deljamesgang)

En cuanto al clima, como era de esperarse, sí llovió, pero no creo que eso afectara a nadie porque un concierto en estas épocas del año es claro que va a tener al agua de compañía, eso sí, al menos no fue el aguacero de otros días de esta misma semana.

Pero bueno, entremos ya en materia, a lo que vinimos. La organización había anunciado que el concierto iniciaría a las 6:30 p. m., pues la banda tocaría 3 horas y media. Por eso cuando el reloj marcó esa hora y pasaban los minutos, de vez en cuando sonaba una chifladilla para botar la ansiedad de la espera. Pero como dije, sonó la primera canción y todo se olvidó.

Fue genial que iniciaran con “Welcome to the Jungle”, pues es una pieza que sí o sí iba a inyectar de energía al estadio y eso es lo que se necesita para arrancar un show así.

Tras superar el shock de ver con mis propios ojos y escuchar con mis propios oídos a Axl Rose y a Slash, empecé a intentar responder a la pregunta que más me atormentaba: ¿Cómo está la voz de Axl?

Y es que, a mi gusto, la voz del vocalista de Guns N’ Roses es una de las mejores en la historia de la música, pero es claro que ya no está en sus mejores tiempos. Además, en Internet hay videos donde se oye tan, pero tan mal, que obviamente temía lo peor, aunque me daba fe, porque se decía que últimamente había mejorado.

Concierto Guns N' Rose, Estadio Nacional de Costa Rica 2025
Los grupos de amigos no se querían perder el show. (Ricardo Silesky/Ricardo Silesky)

Justamente eso sentí, su voz está lejísimos de ser lo que era, pero tampoco está tan mal. De ratos se le va totalmente o no se oye tan bien, pero tomando en cuenta que es un hombre de 63 años con una larguísima carrera, es aceptable. Pero lo mejor de todo, y es lo que se aplaude, es que se nota que se esfuerza, da el 100% para darnos una buena interpretación.

Bueno, ¿y qué decir de Slash? ¡Dios mío, que lujo ver en vivo a un guitarrista así! El hombre se roba el show, es espectacular lo que logra hacer con un simple instrumento, pero sobre todo las sencaciones que provoca en la gente.

Y así fueron viviendo algunos clásicos del rock, otras menos conocidas que enfriaban el ambiente un poco. “Live and Let Die” volvió a prender el ambiente (claro, no le llega ni a los talones a la versión que hace casi un año nos regaló el papá de esa pieza, Paul McCartney).

Poco después vinieron dos de las mejores, la preciosa "Knockin’ On Heaven’s Door" y “Don’t Cry”, pero sin duda es imposible hacerle caso a esta última porque en la noche varias lagrimitas dijeron presente.

Volviendo a Slash, en un momento el hombre se paró en el centro del escenario y empezó un solo de guitarra que duró casi 8 minutos. Sí, ocho minutos de ver solo a una persona dándole a su guitarra y cualquiera pensaría que fue mucho, ¡al contrario! Yo no quería que acabara, es increíble la magia que produce, por mí podía seguir toda la noche.

Concierto Guns N' Rose, Estadio Nacional de Costa Rica 2025
No hubo mucho desorden para ingresar, todo estuvo calmado. (Ricardo Silesky/Ricardo Silesky)

Y, tras de eso, esa interpretación magistral solo nos preparaba para una de las intros más hermosas de la música, la de “Sweet Child o’ Mine”. Ahí empezamos a alcanzar el punto máximo de emoción, no solo por cantar y escuchar esa maravillosa canción, sino porque sabíamos lo que venía.

Apagaron las luces, Axl subió al piano y Slash a una plataforma. Ahí solo pensé que era hora de abrocharse el cinturón porque se venía lo bueno. Las miradas de Rose con el público eran las de dos personas que se conocen de toda la vida y saben lo que va a pasar.

¡Primer acorde y empezó lo mejor de la noche, la famosa “November rain”! Todo el inicio es perfecto, Rose se luce tocando ese piano, pero cuando llega el solo de guitarra final de Slash, no hay palabras. Es para mí una de las mejores canciones jamás escritas, no lo pienso discutir con nadie, por lo que me es sencillamente imposible describir lo que vivimos en el estadio por esos casi 10 minutos. Yo de ratos solo cerraba los ojos para guardar esos sonidos en mi memoria.

Tras ese éxtasis, aún disfrutamos escuchar una canción como “Patience”, que hace que miles de personas silben al únisono, sonó hermoso. Y, a como inició de bien, así terminó, pues concluyeron con “Paradise City”, un cierre con broche de oro.

En cuanto a lo malo, algunos critican el tema del sonido, pero en mi caso no lo escuché mal. Solamente, al menos la primera media hora, el micrófono de Axl no sonaba bien, o muy fuerte o muy bajito.

Obviamente por al atraso tuvieron que recortar canciones, pero no dejaron de tocar las que la mayoría esperábamos, entonces todo bien.

Al final, soy un fiel creyente de que la música se debe medir por lo que nos hace sentir y a mí el concierto me hizo cantar, mover la cabeza, llorar, reírme... Entonces cumplió su labor más allá de que, como todo en la vida, podría haber sido mejor.

Yo siempre que pensaba en Guns N’ Roses, se me venía a la mente aquella explosiva presentación en el homenaje a Freddie Mercury tras su muerte, en la que Axl Rose canta Bohemian Rhapsody con Elton John, pero ahora sin duda en mi mente estará el día que pude verlos y escucharlos en vivo. ¡Larga vida al Rock and Roll!

Ricardo Silesky

Ricardo Silesky

Editor responsable de la sección de deportes de La Teja. Bachiller en Periodismo de la Universidad San Judas Tadeo y bachiller en Filosofía de la Universidad Católica. Con experiencia en manejo de redes sociales y elaboración de notas de nacionales, deportes e internacionales. Labora en Grupo Nación desde el 2013.

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