Farándula

Mundo picante: Premios Óscar se abren a la diversidad

Dos películas protagonizadas y dirigidas por transgéneros compiten por las estatuillas

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No es la primera vez que son representados en el cine, pero este año es diferente: dos películas sobre transgéneros compiten por un premio Óscar. Un hito.

Daniela Vega, actriz trans, interpretó magistralmente a Marina, una joven en duelo y víctima de los prejuicios de la conservadora sociedad chilena. La cinta se llama “Una mujer fantástica”, nominada y favorita a ganar el Óscar a la mejor película en lengua extranjera.

En la categoría documental, Yance Ford, cineasta transexual, es finalista por “Strong Island”, un filme de inspiración biográfica sobre el racismo y las fallas en el sistema judicial.

“Es una tendencia que se viene viendo desde hace varios años”, explicó Larry Gross, profesor del departamento de Comunicación de la universidad USC de Chile.

Antes de “Una mujer fantástica”, otras películas sobre o con transgéneros ganaron premios Óscar: “El juego de las lágrimas” (1992) ganó mejor guión; “Los muchachos no lloran” (1998) le valió la estatuilla a Hilary Swank; “El club de los desahuciados” ganó tres, incluido uno para Jared Leto por su papel de Rayon; y “La chica danesa” (2015) con Eddie Redmayne, se convirtió en una cinta pionera del movimiento.

Pero todas estas producciones fueron protagonizadas por intérpretes cuya identidad de género y sexo biológico coinciden, no por trans.

Precisamente ese punto es donde estos premios Óscar son diferentes, porque no es solo que estas dos producciones se destaquen y estén nominadas, sino que fueron dirigidas o protagonizadas por gente transgénero y eso se está reconociendo.

“Es un momento sísmico, un pequeño terremoto que espero comience a cambiar este campo totalmente. Vamos caminando poco a poco. Si llegamos al río podemos cruzar el puente, todavía estamos caminando para eso”, indicó la actriz Vega.

En “Una mujer fantástica”, Daniela encarna a una mujer como las otras: femenina, frágil, fuerte y digna.

“Marina y yo compartimos que somos ‘trans’, que nos gusta cantar la ópera y los hombres guapos, nada más”, dijo Vega en una reciente entrevista. “Ella es mucho más elegante que yo, tiene más paciencia, es una mujer mucho más pacífica, yo soy más explosiva, más latina”.

Ford aplaudió el papel de Vega y la atención que generó con su representación “de una mujer corriente”, cambiando la típica caricaturización del trans.

Su documental “Strong Island” cuenta la historia del asesinato de su hermano por un hombre blanco que escapó de la justicia, mientras la víctima se convertía en el principal sospechoso de su propia muerte, lo que genera un impacto devastador en la familia.

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