Farándula

Periodista deportivo pensó que tenía covid-19 y era un derrame facial

El presentador de la sección deportiva de canal 6 y 11 contó que hasta ahora puede hablar un poco más fluido

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El periodista Andrey Aguilar, de Deportes Repretel, tiene semanas de no salir en pantalla ni en ninguna transmisión de radio Monumental porque está luchando por recuperarse un derrame facial que sufrió producto del estrés.

El presentador de la sección deportiva de canal 6 y 11 contó que hasta ahora puede hablar un poco más fluido y esta situación le ha dejado una gran lección.

- ¿Hace cuánto se empezó a sentir mal y cuáles fueron esos primeros síntomas de alerta?

Eso fue como el 15 o 16 de junio más o menos. Empecé con un dolor de cabeza, fueron tres días con dolor de cabeza, y como al cuarto día amanecí con la lengua dormida. Yo al principio pensé que era covid-19, porque fueron tres días con dolor de cabeza, pero no era muy fuerte el dolor, pero sí era permanente, no se me quitaba. Como al cuarto día amanecí con la lengua dormida y ya al otro día no podía ni cerrar ni mover el ojo. Se me paralizó por completo el lado izquierdo de la cara. No podía abrir la boca, menos subir la ceja o cerrar el ojo ni nada de eso.

- ¿Cuál fue su reacción al sentirse así?

Mi esposa es enfermera y ella me vio y me dijo: ‘nombres, usted lo que tiene es un derrame’. Y uno se niega a creer, porque la palabra derrame es muy fuerte, uno piensa que se le va a volver la cara y que después le va a quedar todo mal a uno. Entonces, me fui a trabajar así para que la doctora del canal me viera y me dijo que sí, que era un derrame, y de una vez me mandaron para el hospital de Turrialba porque yo vivo aquí.

- ¿Qué le dijeron los doctores del hospital?

Me confirmaron que eso era parálisis de Bell, así le llaman a ese derrame, y me incapacitaron ocho días, pero volví donde el doctor y estaba exactamente igual, me incapacitaron ocho días más. Volví otra vez a cita y estaba igual, me incapacitaron por 12 días más. Después de esos días me sentí un poco mejor, por lo menos hablar un poco más fluido, pero aún así me incapacitaron 16 días más que se terminan el próximo 2 de agosto.

- ¿Al principio entonces no podía pronunciar palabra?

No, no, al principio casi que ni comer podía, tenía que estar tomando todo líquido con una pajilla, porque eso es muy incómodo, se le sale el líquido a uno. Toda la mitad de la cara está paralizada, entonces, toda la parte izquierda de la boca también y costaba mucho masticar ni sostener el líquido. No podía ni enjuagarme los dientes porque todo se me salía.

- ¿Qué fue justamente lo más duro en esos primeros días del parálisis?

Eso por un lado de que uno no puede hablar bien y otra cosa complicada era que tenía que empezar a usar un parche en el ojo izquierdo porque no cierra. Ahora ya casi no lo uso, pero tenía que ponerme un parche para poder dormir. Para bañarme también superdifícil porque uno se pone el champú y como el ojo no cierra, es decir, el párpado no baja, se le puede ir el jabón al ojo y se enchila un montón uno.

Hay gente que el derrame le da más visual, como que la cara se le vuelve más y la boca se le vuelve mucho, lo mío a lo que entiendo fue más como de movimiento, más severo. Pero aunque la cara si se me volteó bastante no es tan visual, entonces, lo que me han explicado los fisioterapeutas es que si fue muy severo, muy profundo y que por eso se me limitó el movimiento.

- ¿A raíz de qué le dio?

Eso supuestamente da por estrés. También me dijeron que puede ser por presión alta, pero a lo que entiendo, en el caso mío, pudo ser por estar muy estresado.

- ¿Y si estaba viviendo una situación de estrés fuerte?

Sí, claro. No era por temas de trabajo sino por las circunstancias. Por ejemplo, hace como tres meses me habían chocado el carro y me lo desbarataron todo, un muchacho que se brincó el semáforo (por el Real Cariari), y me quedé sin carro. Como yo viajo todos los días desde Turrialba hasta La Uruca eso me tenía un toque estresado. También me estresó mucho por las presas, porque me gusta llegar temprano, y como están arreglando La Lima (Cartago), están arreglando La Galera (Curridabat) y se juntó con lo del carro, que necesitaba que el INS resolviera lo de la póliza, tuve que pedirle prestado el carro a mi mamá y dejarla a ella a pie.

También estaba con el estrés de un indemnización de unas maletas que me habían perdido de cuando regresé de Estados Unidos, eran un montón de cosas que tenía juntas.

- ¿Los doctores le advirtieron que eso le puede volver a dar o empeorar?

No, supuestamente esto no es ni hereditario, ni porque ya me dio una vez me podría dar otra vez o algo así, ni que quede más propenso ni nada, solo me dijeron que tengo que cuidarme ahorita por ser tan reciente, que si me estreso mucho puede que tenga una recaída, pero no necesariamente porque ya me dio una vez me puede dar otra vez.

- ¿Qué tratamientos está recibiendo?

Los primeros días eran como 7 a 8 pastillas al día y me hicieron un montón de exámenes y salí con la presión alta, como que soy hipertenso, ahora también estoy con tratamiento para eso. También tengo que hacer yo solo tres veces al día una terapia y tengo que asistir, al menos, dos veces a la semana donde un fisioterapeuta.

Los primeros días me costaba mucho hablar, me trababa mucho y no podía pronunciar muchas palabras, pero ya se me ha ido aflojando la mandíbula un poco”.

—  Andrey Aguilar, periodista

- ¿Qué ejercicios lo mandaron a hacer?

Tengo que tratar de alzar la ceja, sonreír, cerrar los ojos, tirar besos, también estimulación con un cepillo de dientes, las cebras me las tengo que pasar como de la mejilla hacia arriba, intentar inflar los cachetes, silbar.

- ¿Y ya todos los logra hacer?

En este momento yo sonrío y sonrío solo de medio lado, intento cerrar los ojos y solo se me cierra uno, y solo se me sube una ceja. Lo que pasa es que el primer mes la reacción del lado izquierdo era nula, ya ahora se ha ido despertando un poquito más, el párpado ya lo muevo un poquito, pero no del todo.

A mí no me duele nada, no es que yo esté tirado en la cama, ni que esté débil o se me haya quitado el apetito, no, más bien me mandaron a hacer ejercicios, a cambiar la alimentación, eliminar comidas rápidas, entonces, estos días he aprovechado para salir a correr como parte de la terapia, tengo que correr con anteojos porque el ojo no me cierra, para que no me pegue el viento.

Los primeros días me costaba mucho hablar, me trababa mucho y no podía pronunciar muchas palabras, pero ya se me ha ido aflojando la mandíbula un poco.

- ¿Ya se siente bien para volver al canal?

Yo creo que sí, pero no a estar frente a cámaras, porque todavía el movimiento no lo he recuperado al 100%, pero sí tal vez a hacer otras funciones como guiones o montar notas, lo que es radio si tengo dudas porque, por ejemplo, ya en este momento he hablado tanto que ya estoy cansado, imagínese en una transmisión de un partido donde hay que gesticular y vocalizar más.

- ¿Qué lección le está dejando pasar por este proceso de salud?

Tal vez el hecho de que yo me había descuidado mucho, como que comía mal, no hacía deporte, como que había perdido ese cuido personal, esa vanidad, y una de las lecciones ha sido esa y que también hay que valorar otras cosas porque tal vez uno se estresa más de la cuenta por muchas cosas que uno no puede resolver y yo siento que fue que colapsé al tener tanta presión en mi mente.

Silvia Núñez

Silvia Núñez

Periodista de Espectáculos y Sucesos. Bachiller en periodismo de la Universidad Central desde el 2004. Labora en el Grupo Nación desde el 2013.

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