El ícono mexicano Juan Gabriel vuelve a brillar en Netflix con el estreno de “Debo, puedo y quiero”, una serie documental que abre al público su archivo personal grabado durante más de cuarenta años. Dirigida por María José Cuevas y producida por Laura Woldenberg e Ivonne Gutiérrez, la producción recorre la vida del artista desde sus inicios hasta su consagración mundial.
El documental inicia con el histórico concierto de 1990 en el Palacio de Bellas Artes, restaurado digitalmente para esta versión. Fue el primer espectáculo de un cantante popular en ese escenario, un hito que marcó la historia de la música mexicana.
La voz de Juan Gabriel lo cuenta todo
A lo largo de los cuatro episodios, la serie deja que sea el propio Juan Gabriel quien narre su vida. En grabaciones inéditas, recuerda su infancia en Ciudad Juárez, su lucha contra la pobreza y la creación del personaje que lo haría inmortal. “Juan Gabriel era mi escudo”, se le escucha decir en una de las cintas rescatadas de los años ochenta.
El documental muestra su crecimiento artístico: los ensayos con mariachis, las giras interminables y su manera obsesiva de escribir canciones. Sin dramatizar, retrata las críticas, la censura y los prejuicios que enfrentó con valentía.
Un artista que convirtió la vulnerabilidad en arte
En los capítulos finales, las imágenes personales revelan a un Juan Gabriel sereno y reflexivo, concentrado en su familia y en su música. “No escribo para mí, escribo para que otros canten lo que no pueden decir”, afirma en una grabación inédita.
El cierre retoma su concierto en Bellas Artes, ahora como símbolo de todo lo que logró. En sus últimas palabras grabadas, resume su filosofía de vida: “He hecho todo lo que he podido, porque pude y porque quise”.
Homenaje en la Ciudad de México
Para celebrar el estreno, Netflix y el Gobierno de la Ciudad de México organizarán una proyección del concierto restaurado en el Zócalo capitalino el 8 de noviembre, con acceso gratuito. También se montará una exposición con fotografías inéditas en lugares emblemáticos como el Ángel de la Independencia, la Fuente de la Diana Cazadora y la estación del metro Bellas Artes.
El documental se convierte así en un homenaje vivo al hombre que hizo del amor su idioma universal y que, una vez más, demuestra que lo que se ve… no se pregunta.
*Esta nota fue hecha con ayuda de Inteligencia Artificial.


