En la granja del papa Francisco los pollitos comen ¡solo bueno!, esto porque son alimentados con pedazos de las hostias.
En la granja trabajan siete personas, quienes diariamente envían las verduras más frescas a la cocina del vaticano, según informó CNN.
La propiedad es de más de 25 hectáreas y produce principalmente aceite de oliva, además de queso, yogurt y leche.
Los pedazos de hostias que se comen las gallinas son preparadas por las monjas que viven en la granja.
Las hostias están hecha con ingredientes sencillos: harina y agua. Las cocinan pocos minutos y quedan tostadas. Es como ver las famosas "galletas suizas".
Luego, se recortan en los tradicionales círculos. Las hostias imperfectas y los recortes se descartan. Esto es lo que les dan a los pollitos para que coman.
Los católicos creen que, después de ser consagradas en la misa, las hostias se convierten en el cuerpo de Jesús.