Despertarse varias veces durante la noche no solo interrumpe el descanso, sino que puede ser una señal de que algo no anda bien en la mente o el cuerpo. De acuerdo con especialistas de la Clínica Mayo, esta condición se conoce como insomnio de mantenimiento y suele empeorar en momentos de estrés o ansiedad.
Aunque los despertares esporádicos son normales, cuando ocurren con frecuencia y dificultan volver a dormir, los psicólogos advierten que puede tratarse de un síntoma de problemas emocionales o psicológicos que requieren atención profesional.
Las causas más comunes
El estrés, los pensamientos negativos, la preocupación constante y el uso excesivo de redes sociales antes de acostarse son algunos de los factores más comunes detrás de este trastorno. Las pantallas de los celulares, tabletas y televisores emiten luz azul, que reduce la producción de melatonina, la hormona encargada de regular el sueño, provocando que el cuerpo tarde más en relajarse.
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La Fundación Americana del Sueño explica que la calidad del descanso se evalúa con base en cuatro factores: duración, regularidad, continuidad y satisfacción. Dormir mal una noche no es grave, pero hacerlo de forma continua puede tener efectos serios.
Consecuencias en la mente y el cuerpo
La falta de descanso reparador afecta tanto el cuerpo como la mente. Los especialistas indican que las personas que no duermen bien presentan irritabilidad, cansancio, falta de concentración y hasta confusión mental.
A largo plazo, el insomnio puede aumentar el riesgo de padecer ansiedad, depresión, obesidad, enfermedades cardíacas y trastornos metabólicos.
Un estudio publicado en la revista Health Data Science analizó los patrones de sueño de más de 88.000 adultos del Biobanco Británico y descubrió que la falta de descanso podría estar relacionada con hasta 172 enfermedades distintas. Esta investigación subraya la importancia de mantener un sueño profundo y constante para cuidar la salud física y mental.
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El impacto de las redes sociales antes de dormir
Los expertos señalan que el uso de redes sociales justo antes de acostarse aumenta la actividad cerebral y retrasa la sensación de sueño. Revisar mensajes, notificaciones o videos puede mantener al cerebro en un estado de alerta, impidiendo la desconexión necesaria para descansar.
Incluso, algunos psicólogos advierten que este hábito genera dependencia digital, que a su vez provoca ansiedad y pensamientos acelerados al momento de intentar dormir.
¿Cuándo pedir ayuda profesional?
Si los despertares nocturnos se repiten varias veces a la semana y afectan el rendimiento diario, los expertos recomiendan buscar ayuda médica o psicológica. El tratamiento puede incluir terapia cognitivo-conductual, técnicas de relajación, reducción del tiempo frente a pantallas y la adopción de rutinas de higiene del sueño como acostarse a la misma hora o evitar comidas pesadas antes de dormir.
*Nota con ayuda de IA*