Nacional

A pareja de viejitos le cortaron la luz porque no pueden pagar el recibo

CNFL dice que ley les impide perdonarles la deuda de casi tres millones de colones

EscucharEscuchar

Un matrimonio con 47 años de casados y de Los Guido de Desamparados no saben cómo hacer frente a la deuda de casi tres millones de colones que tienen con la Compañía Nacional de Fuerza y Luz por el servicio eléctrico.

De hecho, ya se las han ingeniado para sobrevivir sin electricidad, pero lo que los tiene muy preocupados es la notificación de cobro judicial que les entregaron el mes pasado y en el que se hace aviso del monto adeudado, que es de ¢2.979.180.

“Nosotros ya nos acostumbramos a vivir sin electricidad, esa no nos hace tanta falta, lo que nos preocupa es que podamos perder la casita por el cobro judicial porque es lo único que poseemos. Mi mamá me la heredó hace 28 años y es de interés social. Eso me tiene muy deprimida”, contó doña Sara Mena cuando la visitamos.

Ella y su esposo Rodrigo Sequeira son una pareja de adultos mayores. Doña Sara tiene 68 años y él 66. Ambos viven de la pensión de don Rodrigo, que es de ¢185 mil y recientemente a ella le aprobaron una del régimen no contributivo por ¢82 mil que vino a ayudar un poquito a hacer frente a las responsabilidades del hogar.

“Yo pagaba los recibos mensualmente que venían por un monto de veinte mil colones; sin embargo, luego un mes me llegó en cuarenta y ocho mil colones y a como pude lo pagué, luego me subió otro a noventa y ocho mil y el siguiente a ciento treinta y cinco mil colones y ya no pude seguir pagándolo, era decidir si comíamos o pagábamos el recibo”, contó don Rodrigo.

Para entonces vivía con ellos una de su, Yamileth, que por una apnea del sueño, necesitaba de una máquina que le ayudara a respirar por las noches, lo que contribuía a elevar el consumo eléctrico.

Justamente por la condición especial de la hija, la CNFL no les podía cortar el servicio porque atentaba contra la vida de la muchacha, pero ella se mudó a vivir a Orotina por recomendación médica y a partir de ahí, el 2 de mayo del 2018 les cortaron el servicio.

La pareja tiene otros dos hijos que ya no viven con ellos, pero aseguran que viven muy apretados económicamente y que cuando pueden les ayudan con alguito.

Tanto don Rodrigo como doña Sara tienen problemas de salud. Él es operado de la columna, por lo que no puede hacer esfuerzos grandes. Además, tiene desgaste en ambas rodillas y es diabético.

Doña Sara también es diabética, hipertensa, se le atiende por insuficiencia venosa, artrosis de rodillas, depresión, extrasistoles ventriculares (problemas del corazón), obesidad y dislipidemia (colesterol alto).

Su salud se ha visto tan afectada que recientemente ambos han sufrido caídas, por lo que prefieren no salir solitos, sino mejor acompañarse uno al otro para apoyarse y solo van a lugares cercanos como al Ebáis, la pulpería o la carnicería.

Cuando su salud se lo permite, don Rodrigo trabaja haciendo muebles de madera y otros trabajos de carpintería, pero hasta en eso no le ha ido tan bien, pues le han encargado algunos y al final, cuando ya los tiene listos, se le echan para atrás, lo que le produce pérdidas de material.

Por si fuera poco, si lograran pagar la deuda, antes de que les reconecten el servicio tendrán que cambiar toda la instalación eléctrica de su casa porque ya está muy dañada, lo que implica otro gasto importante.

Arreglo de pago

Consultamos a la CNFL sobre este caso y a través del subdirector de la dirección de comercialización de la compañía, Adán Marchena, nos respondieron que son deudas que datan desde el 2016 y 2018 y que la ley les imposibilita a perdonárselas.

“Los hemos visitado con nuestros gestores sociales en pro de dar un acompañamiento y hasta capacitarlos sobre el uso eficiente de la electricidad, para que no se les disparara tanto el recibo. También hemos hecho dos arreglos de pago donde se les pide una prima y el pago de lo adeudado a 60 meses sin intereses, pero ellos no lo han cumplido”, explicó Marchena.

A esto, la pareja nos contó que es que les piden una prima de ¢500 mil, la cual no poseen, además de un pago mensual de ¢50 mil más lo que consuman de electricidad.

“Incluso estamos viendo si podemos ayudar a gestionar alguna ayuda con el IMAS o alguien a ver si pueden pagarnos”, indicó don Adán.

Al respecto, el Consejo Nacional de la Persona Adulta Mayor (Conapam) respondió que tanto el artículo 3, inciso k), como el artículo 13 de la Ley Integral para la Persona Adulta Mayor, y el artículo 11 de su reglamento, establecen que las personas adultas mayores tienen derecho a recibir atención preferencial.

Karen Fernández

Karen Fernández

Periodista con una licenciatura en Producción de Medios. Forma parte del equipo de Nuestro Tema y tengo experiencia en la cobertura de noticias de espectáculos, religiosos, salud, deportes y nacionales. Trabajo en Grupo Nacion desde el 2011.

En beneficio de la transparencia y para evitar distorsiones del debate público por medios informáticos o aprovechando el anonimato, la sección de comentarios está reservada para nuestros suscriptores para comentar sobre el contenido de los artículos, no sobre los autores. El nombre completo y número de cédula del suscriptor aparecerá automáticamente con el comentario.