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Aprenda a identificar cuándo es peligroso un dolor de pecho

La CCSS da a conocer las señales que hacen que un dolor torácico represente un riesgo importante

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El corazón es un órgano que hay que chinear siempre, porque es uno de los principales motores del cuerpo. Cuando se siente algún dolor o malestar en él hay que ponerle atención, pero ¿cuándo es necesario salir corriendo para el hospital?

Según la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), cuando un dolor en el tórax inicia durante un esfuerzo físico, sin estar relacionado a un golpe y llega acompañado de síntomas como falta de aire, náuseas, vómitos, palpitaciones o sudoración, lo mejor es ir la médico.

Estos episodios se dan especialmente en personas con antecedentes de enfermedad cardíaca, hipertensión arterial y diabetes.

De acuerdo con el especialista en medicina interna del hospital Calderón Guardia, Dr. Carlos Araya Fonseca, el dolor en el pecho es un síntoma de consulta frecuente en los servicios de salud y si bien suele crear mucha inquietud en las personas que lo experimentan, podría obedecer a causas variadas que, en su mayoría, no representan riesgo para la salud, sin embargo, otras de mayor gravedad podrían poner en peligro la vida de la persona.

El especialista explicó que un dolor, molestia o sensación anómala en el tórax puede tener su origen en causas de tipo cardíaca, pulmonar, digestivo, musculoesquelético o hasta de origen en el nervio que conduce las sensaciones.

Según el especialista, la sintomatología va a depender del órgano o región afectados:

  • Dolor de tipo coronario, por ejemplo, angina de pecho o infarto de miocardio: suele ser de tipo opresivo, puede irradiarse hacia el brazo izquierdo, el cuello o la mandíbula. Por lo general, se acompaña de malestar general, falta de aire, sudoración profusa, sensación de náuseas e incluso vómitos. Suele durar entre 5 y 20 minutos, mejora en reposo.
  • Dolor esofágico o digestivo, por ejemplo, esofagitis, hernia hiatal y reflujo gastroesofágico: el dolor es de tipo punzante o quemante en toda la zona retroesternal llegando incluso, en ocasiones, hasta la garganta. Sin embargo, el espasmo esofágico podría producir dolor opresivo.
  • Dolor pleuropulmonar, por ejemplo, neumonía, pleurisies, neumotórax, tumores, otros: habitualmente es un dolor más localizado en los costados, que aumenta con los movimientos respiratorias o con la tos.
  • Dolor osteomuscular, por ejemplo, fracturas costales, osteocondritis, desgarros musculares: dolor generalmente localizado que aumenta con la movilización del tronco y los movimientos respiratorios, desaparece o mejora en reposo. Puede reproducirse al presionar el tórax.
  • Dolor neurítico, por ejemplo, Herpes Zoster (infección viral que causa una erupción dolorosa): dolor quemante, que afecta por lo general a un costado, abarcando desde la espalda hasta la zona anterior del tórax. Suele extenderse por el área que recorre un nervio.
  • Dolor de origen “nervioso” o psicógeno: suele ser punzante, como pinchazos. Por lo general, se acompaña de palpitaciones y sensación de falta de aire. Este es un diagnóstico de exclusión.

De acuerdo con el Dr. Araya, dadas las múltiples causas del dolor torácico, el diagnóstico concreto requiere una historia clínica muy detallada por parte del médico y, en ocasiones, la realización de estudios complementarios para aclarar las causas.

Además, es importante valorar el dolor en un contexto integral que involucre elementos tales como: duración, intensidad, localización, factores que lo modifican y síntomas asociados e irradiación a otras zonas del cuerpo.

Rocío Sandí

Rocío Sandí

Licenciada en Comunicación de Mercadeo de la Universidad Americana; Periodista de la Universidad Internacional de las Américas, con experiencia en Sucesos, Judiciales y Nacionales. Antes trabajó en La Nación y ADN Radio.

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