Astrid Gutiérrez es una niña liberiana de casi tres añitos con una fuerza y ganas de vivir increíbles.

Sus primeras pruebas le llegaron antes de nacer, pero desde el vientre de su madre demostró que es una guerrera que está aferrada a la vida.

Aury Duarte Baltodano, mamá de Astrid, contó que la vida le cambió el 21 de noviembre de 2020, cuando llegó al hospital con contracciones para al fin conocer a su bebita. Al parecer, no recibió una pronta atención y horas después empezó a tener complicaciones severas: la placenta se le había calcificado y el oxígeno no le estaba llegando a la niña por lo que los médicos tuvieron que correr y hacerle una cesárea de emergencia.

La niña nació casi fallecida, las máquinas de la Unidad de Cuidados Intensivos la mantuvieron con vida un gran tiempo. A los tres meses en el hospital Nacional de Niños le diagnosticaron parálisis cerebral grado 5 y epilepsia. Hoy con casi 3 añitos la niña es como una bebe de 3 meses.

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Aury tiene 29 años y es quien cuida a su hija las 24 horas del día desde que nació. Antes trabajaba en hotelería y también en limpieza, pero tuvo que dejar de laborar para dedicarse a su chiquita que tanto la necesita.

Ella cuenta que Astrid es su gran milagro y que verla luchar cada día es lo que le da fuerza para seguir adelante pese a las dificultades.

Le urge una cama

Aury está pasando por una difícil situación económica y está muy preocupada porque esas limitaciones le están pasando la factura a la salud de la pequeña, algo que le duele en el alma porque se siente atada de manos.

Astrid necesita que la mamá mueva su cuerpito varias veces al día, ya que casi siempre pasa acostada. Ella asiste a una escuela de enseñanza especial tres veces a la semana en Guanacaste y ahí le prestan una silla de ruedas porque no tiene una propia.

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También debe viajar a San José hasta cuatro veces al mes por citas médicas, ya que tiene un control en el hospital de Niños, ahí la ven once especialistas diferentes. La niña había sufrido una luxación de cadera por tener una mala posición debido a que no tiene una silla de ruedas especial que la ayude con su condición.

La Fundación RN, de Pérez Zeledón, se dio cuenta de la situación que enfrenta esta familia y le está echando el hombro para ayudar a recaudar dinero y así comprar la silla que Astrid tanto necesita.

Glenda Calderón, presidenta de la fundación, contó que aunque la sillita es la prioridad, la pequeña y su mamá necesitan también ayuda con comidita, pues Astrid tiene una dieta especial que sale bastante cara. Entre las cosas que come están: frutas, verduras, pollo, carne molida y galletas María, además toma Ensure. Todo esto debe procesarse porque se alimenta por medio de una sonda.

Astrid debe comer cada tres horas y su mamá no puede fallar con esa indicación de los doctores, pues de lo contrario perdería peso y su condición de salud empeoraría.

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Otra necesidad importante es la de los pañales, la niña usa la talla XG4 y toallitas húmedas.

“Es un caso que nos ha tocado el corazón, doña Aury es quien se encuentra a tiempo completo con su hija asistiéndola en todo lo que requiere, para ellos la ayuda es urgente y no dudamos que la población aportará un granito de arena para ayudar a esta familia y que se les pueda colaborar”, dijo Glenda Calderón.

Urgen ayudas

La Fundación RN tiene una proforma de una silla ortopédica como la que necesita la niña y está cuesta ¢3.800.000.

Aury se ha acercado con mucha humildad a algunas instituciones gubernamentales para pedir ayuda para la sillita de ruedas, pero no ha tenido suerte. También ha solicitado una pensión a la Caja Costarricense de Seguro Social, pero aún está en proceso.

Esta pequeña familia necesita su apoyo y cualquier ayudita cuenta, por más pequeñita que sea. Si usted desea colaborar puede llamar al 6230-7471 o bien hacer llegar su donación monetaria por medio de SINPE MÓVIL 6230-7471 o transferencia bancaria IBAN: CR26015118610010003289, las cuentas están registradas al número de Cédula Jurídica: 3-006-812680 de la Fundación RN.