David Zúñiga Umaña tiene 47 años, es un bombero de Pérez Zeledón y junto a su esposa, Marjorie Elizondo Porras y sus tres hijos, está peleando una guerra contra un tumor maligno.

Cuando sienten que van perdiendo la batalla de la motivación recuerdan a los periodistas Ginnés Rodríguez y su esposo, Gerardo Zamora, y recargan energías.

El tumor que tiene David en la parte frontal izquierda de la cabeza es superagresivo. Ya ha sido operado cuatro veces. Su esposa nos confirma que ya como familia, junto con el equipo médico, tomaron la decisión de no volverlo a operar porque cada vez que lo operan el tumor reaparece más rápido.

Un capítulo duro fue el de la cuarta operación porque el esposo entró caminando al hospital y salió sin poder mover la mitad de su cuerpo y eso lo desmotivó mucho porque siempre fue demasiado activo y de hacer mucho ejercicio, como buen bombero.

“Nuestra familia está peleando una batalla casi idéntica a la que pelearon Ginnés y Gerardo. El caso de ellos lo seguí siempre porque me identifiqué demasiado. Ellos son tremenda inspiración en mi hogar por ese positivismo, ese amor y esa alegría que siempre mostraron ante los momentos difíciles.

“No se lo niego, hay días en los cuales se nos bajan las baterías, como que uno se deja llevar por sentimientos negativos, entonces me acuerdo de Ginnés y su hermosa sonrisa en todo momento y se me recargan las pilas”, explica doña Marjorie.

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El pasado 28 de febrero al bombero lo operaron por cuarta vez. Estuvo internado hasta el 8 de marzo. Entre el 18 de abril y el 10 de junio volvió a internarse y tras varios exámenes le confirmaron que el tumor volvió y con más fuerza.

“Ahora está en la casa en donde le damos amor puro las 24 horas del día. Ya no puede moverse, pero cuando estaba internado lo vi muy mal, no quería ni comer, ahora, ya en el hogar, ha mejorado muchísimo. Los hijos le ayudan a cargarse de energía positiva”, reconoció la esposa.

Doña Marjorie no deja de agradecerle a Ginnés (Gerardo falleció el pasado 5 de abril) porque la inspira, sobre todo al comprender que ella debe ser un pilar cargado de motivación por sus tres hijos.

“Es un ejemplo de vida para mí. Ella siempre ve lo positivo a pesar de lo difícil de las circunstancias y así he ido aprendiendo yo. También tengo gente a mi alrededor, familia y amigos, que están pendientes, que no nos abandonan”, reconoce.

Nació bombero

La vida de David es muy fácil de explicar: nació bombero. Es de esos apasionados que siempre supo que lo suyo era ayudar a los demás apagando incendios. A los 18 años pudo cumplir su sueño de ser bombero voluntario.

Durante 17 años no recibió un cinco por su voluntariado y siempre estuvo al pie del cañón por esa pasión que trae de nacimiento. A los 35 años, hace 12, le dieron una plaza fija en los bomberos de Pérez Zeledón, justo donde vive con su familia. Son del barrio Laboratorio del distrito de Daniel Flores.

“Ama lo que hace, usted no tiene una idea de lo que le encanta ser bombero. Esa es su vida. Ahora le duele mucho no poder estar con sus compañeros trabajando porque sabe que siempre se ocupa un par de manos adicionales.

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“Sus compañeros se han portado a las mil maravillas. Nos ayudan demasiado. Si él tiene que transportarse a alguna cita ellos ven cómo hacen, pero siempre llegan a colaborar con el transporte y siempre están pendientes”, comenta agradecida doña Marjorie.

Ayude

La familia de “Corredores positivos” nos contactó para explicarnos que ellos harán una carrera de 10 y 5 kilómetros que se llamará “Diez Kilómetros por David”, es para recaudar fondos para esta familia y que así se ayuden en sus gastos diarios.

La carrera será el próximo 23 de julio a partir de las seis de la mañana. Será en la pista Las Lagunillas de Pérez Zeledón. Para inscribirse hay que pagar 5 mil colones y los niños tres mil colones. Todo lo que se recaude se le dará a doña Marjorie. Habrá sorpresas para los niños y pintacaritas.

No solo con la carrera podrá ayudar, si gusta puede colaborar económicamente en cualquier momento al SINPE MÓVIL 8894-2794 a nombre de Marjorie Elizondo.

“En estos momentos el objetivo es poder acondicionar la casa para las necesidades de él. Uno nunca se imagina que le va a pasar algo así, entonces no se prepara. Las ayudas irán para alimentación y poder poner la casa acondicionada tal como él la necesita”, reconoce doña Marjorie.