Comprar la comida es lo más importante para el tico

En los hogares costarricenses se gastan, en promedio, cerca de ¢575 mil mensuales, para salir adelante con el pago de comida, deudas y recibos.

Así lo reveló este jueves el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) a través de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (Enigh)

Hannia Chaves, coordinadora de este estudio, explicó que visitaron 9.829 viviendas y obtuvieron respuesta en 7.046.

Según la encuesta, la mayor parte de esos gastos se van en tres grandes áreas: alimentos y bebidas no alcohólicas con ¢138.000, transporte (pases del bus, gasolina) ¢90 mil, mientras que vivienda y servicios (por ejemplo, luz, agua, teléfono) ¢70 mil.

El resto de los gastos se van en algunos gustos como comer en restaurantes, alojamiento en hoteles, recreación y cultura, comunicaciones, compra de muebles, salud, educación, adquisición de ropa, bebidas alcohólicas (tamarindos y birritas) y cigarros.

Entre las conclusiones que arrojó el estudio, están que en los hogares con mayor ingreso se invierte más en transporte, mientras que entre los de menor ingreso el dinero se destina a la comidita.

También se determinó que quienes más ganan asignan más dinero en educación que quienes menos ingresos tienen.

En cuanto al tipo de alimentación, en los hogares costarricenses lo que más se consume es leche líquida, arroz, pan baguette, huevos, café molido, tomates, azúcar, bebidas gaseosas, papas y jugo de frutas.

La encuesta también puntualizó sobre cuáles son las deudas que tenemos los ticos.

Por ejemplo, 30 de cada 100 hogares tienen deudas con empresas comerciales. Utilizando la misma proporción, 28 tienen créditos con entidades financieras, 14 pagan préstamos con bancos para la compra de casa, 10 destinan parte de lo que ganan a cancelar tarjetas de crédito mientras que 9 de cada 100 tienen jaranas con prestamistas informales o sea garroteras.

En promedio, cada hogar paga por este tipo de jaranas ¢200 mil al mes.

Por ejemplo, Carlos Sánchez, de 36 años, y Anabelle Gutiérrez, de 31, quienes viven en unión libre en Zapote desde hace dos años, pagan ¢275 mil de alquiler de la casa, y sus salarios suman un millón cien mil colones de ingreso.

Ellos son parte de las muchas personas que usan casi la mitad de lo que ganan para salir adelante y pagar deudas.

“Por dicha tenemos trabajos que nos dan cierta estabilidad, una parte importante del salario se nos va en comprar el diario, pagar recibos y el alquiler. También pagamos deudas más que todo son tarjetas de crédito con las que hemos comprado electrodomésticos, un televisor y una cama”, detallaron.

La última encuesta de este tipo se hizo en el 2013.