Si bien, para nadie es un secreto, que los infartos pueden suceder en cualquier momento, lugar y hora, resulta que en el caso específico de los ticos, hay un día particular en el que los casos de infartos se disparan.
Y, aunque muchos no lo crean, se trata de los lunes.
Así lo dio a conocer la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), institución que intenta generar conciencia para evitar que más personas sufran esta terrible condición.
Ahora, ¿por qué ese día en específico? Bueno, créalo o no, todo tiene que ver con el trabajo.
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Según la institución, este aumento viene muy de la mano con el estrés que les genera a los ticos el inicio de la semana laboral lo que, a su vez, afecta directamente al corazón.
Según detallaron, hay estudios que demuestran que más de 10.000 pacientes han tenido infartos graves los lunes.
Y es que, más allá del estrés, hay una serie de situaciones que se mezclan los lunes, los cuales ponen en riesgo la vida de las personas. Específicamente son tres:
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- Los cambios bruscos en la rutina del sueño.
- Se registran niveles más altos de presión arterial en las mañanas.
- Y claro, el estrés laboral.
Todos estos factores combinados aumentan exponencialmente el riesgo de sufrir un infarto, sobre todo en personas con condiciones preexistentes o factores de riesgo como hipertensión, tabaquismo, obesidad o antecedentes familiares.
Alto
Ahora, esto no significa que usted está destinado a sufrir un infarto y listo. Todo lo contrario, hay muchas cosas que puede hacer para evitarlo.
Por ejemplo, llevar una alimentación saludable cargada de frutas, verduras y grasas saludables (como aceite de oliva y aguacate), reduciendo el consumo de sal, azúcar, grasas saturadas y grasas trans.
También, si usted fuma, es buen momento que lo vaya dejando, esto reduce considerablemente el riesgo de infarto, incluso si ya se ha fumado por años.
Sumado a eso, se recomienda al menos 150 minutos semanales de ejercicio. Esto le puede ayudar a mejorar la circulación.
Además, la Caja recomienda regular bien los horarios del sueño y respetarlos, constantemente medirse la presión, tener chequeos médicos regulares y realizar pausas activas.
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Las pausas activas son pequeños “recreos” que uno puede tomar luego de cada dos horas seguidas de trabajo y, la idea es agarrar entre 5 y 10 minutos para estirar, caminar un poco o realizar ejercicios de respiración.
Esto ayuda a romper la rutina sedentaria, reducir la fatiga y mejorar el bienestar físico y mental.