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Curia: “Estos muchachos están pidiendo doscientos mil dólares cada uno”

Iglesia asegura que actuó de acuerdo a lo que conoció

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Rafael Sandí, canciller de la Curia Metropolitana, se refirió a las acusaciones planteadas por Michael Rodríguez y Anthony Venegas.

Sandí reiteró que en el caso del sacerdote Víquez, la Iglesia ha actuado de acuerdo a lo que conoció y se le solicitó en cada momento.

Indicó que luego de recibir las denuncias formales de ambos, este año, se abrió el proceso estipulado y el pasado 20 de agosto la Iglesia anunció que sería la Congregación de la Doctrina de la Fe la encargada de determinar qué pasará y será en esa instancia en la cual el cura Mauricio Víquez tendrá la oportunidad de defenderse.

Sandí agregó que Michael Rodríguez en apariencia le solicitó dinero al padre Víquez para no interponer la denuncia formal (la cual se presentó en mayo) y que esas son parte de las pruebas que presentará el sacerdote.

Con respecto a la denuncia de encubrimiento, el canciller indicó que en 2003 la Iglesia tomó la decisión de limitarle a Víquez la celebración de los sacramentos a pesar de que no existía una denuncia formal ante la Iglesia ni ante el Estado.

Sandí aseguró a este medio que el actual arzobispo, José Rafael Quirós, no recibió información detallada de hechos de abusos sexual.

Agregó que en ese año ya Anthony era mayor de edad y por ley civil solo él podía acudir a poner una demanda. Aseguró que quienes se acercaron a hablar con el arzobispo (que en ese momento era vicario general) solamente dieron una noticia de algo estaba pasando en la parroquia donde estaba Víquez, pero no presentaron una declaración ni nada explícito. Indicó que tampoco hablaron claro ni concreto sobre lo que sucedía y que Quirós hizo lo que le correspondía, decirle al arzobispo del momento, Hugo Barrantes, quien era el que podía echar a andar algún proceso, castigo o suspensión.

Sandí dice que en aquella oportunidad tanto Anthony como la señora que llevó al hijo, aseguraron que no pondrían una denuncia porque no querían verse involucrados, que preferían el anonimato.

Fue en ese momento que la Iglesia decidió que Víquez no trabajara más en parroquias y se dedicó a asuntos intelectuales. En el 2016, cuando recibieron una carta del Movimiento Diversidad, a Víquez se le limitó el ejercicio de sacramentos y en este 2018 se le suspende totalmente.

“Ahora estos muchachos se presentan pidiendo 200 mil dólares cada uno, les dijimos que jamás, que de dónde han salido estas cifras. Les aclaramos que aquí el que incurre en el error es el que tiene que responder, es decir, el padre Víquez, que la Iglesia no les dará dinero, porque los bienes de la Iglesia no son privados, no tenemos esas cantidades. Que pongan la denuncia, no les vamos a dar dinero para callarlos”, detalló Sandí.

Se defienden

La Teja conversó con Anthony y Michael sobre la versión dada por el canciller y estas fueron sus respuestas:

Indicaron que fue la misma Iglesia católica la que abrió la posibilidad de solicitar una indemnización pues esa no fue su intención inicial, ya que los delitos estaban prescritos. Pero les extraña que apenas ellos le entregaron a Iglesia un documento donde se detallaba el monto que pedían, eso salió publicado en la prensa.

Aseguraron que se está satanizando el hecho de pedir una indemnización cuando esa ha sido la norma en todos los casos a nivel mundial, aunque insistieron que “nadie expondría su cara y su familia por un monto de dinero”, pues este caso encierra mucho más que eso.

Anthony sostiene que él sí contó claramente en el 2003 los abusos sexuales que estaba sufriendo.

“Para mí esto es ofensivo y preocupante, es una organización que debe cambiar, que debe aceptar sus errores, limpiar lo malo en vez de negar y encubrir. ¿Cómo se va a culpabilizar a la víctima? Nosotros fuimos abusados y manipulados desde los trece años, yo no voy a parar hasta que mi verdad sea escuchada”, aseguró Anthony.

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