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Dani volvió a la escuela después de un año en Estados Unidos por el trasplante de médula ósea

Compañeros lo recibieron con carteles, abrazos y hasta un queque

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Daniel León, el valiente niño de 12 años que recibió un trasplante de médula ósea en Estados Unidos, volvió este lunes a clases.

Él cursa el sexto grado en la escuela Tricolor de Moravia, pero había tenido que ponerle pausa a sus estudios porque estuvo casi un año en ese país en su proceso de recuperación. Fue hasta este sábado 10 de junio que regresó al país.

Dani nos recibió junto a sus padres y nos contó que sus compañeritos le dieron una bienvenida muy especial.

Todos le prepararon un gran recibimiento con carteles que decían: “Bienvenido Dani”, incluso le compraron un quequito, lo llenaron de abrazos y besos, algo que alegró montones al pequeño guerrero.

En su primer día asistió a las clases de ciencias, español y gramática.

“Me fue bien y me gustan todas la materias”, nos dijo el menor, quien en pocas palabras aseguró que lo pasó muy bonito en su regreso a las aulas.

Su mamá, doña Zaida Calvo, explicó que a pesar de que Dani regresó a mitad del curso lectivo, él nunca abandonó sus estudios ya que el Ministerio de Educación Pública (MEP) le enviaba a Estados Unidos la materia y los exámenes.

“Él es un niño muy inteligente, con todo lo que pasó tenía ganas de estudiar, entonces no llegó perdido a las clases, además de que los compañeros lo ayudaron mucho también”, destacó.

Pese al mal resultado de la Sele ante Serbia, Dani, quien es saprissista, le tiene fe a los dirigidos por Óscar Ramírez, aunque sabe que será difícil clasificar a la siguiente ronda.

Su papá, don Alexánder León, reconoce que tanto él como su esposa estaban nerviosos de que Dani fuera a la escuela, ya que desde hace un año todo lo hacían junto al pequeño.

“Estábamos nerviosos, pero más mi esposa porque desde hace un año no nos despegábamos tanto de él y uno siempre piensa en que le puede pasar algo o que se pueda enfermar”, detalló.

Algo en lo que estuvo de acuerdo doña Zaida.

“Mi esposo es más tranquilo con eso, obviamente estábamos nerviosos y ansiosos, pero por dicha Dani nos dijo que le fue muy bien”, aseguró la feliz madre.

Para que la operación se pudiera realizar, los tatas de Dani y su hermano Kendall, tuvieron que hacer muchos sacrificios, por ejemplo, vender varios artículos de su casa, incluso el carro, para así pagar la operación que tenía un costo de aproximadamente 500 millones de colones.

Gracias a esto y al apoyo de muchas personas con sus donaciones, lograron conseguir todo el dinero y la cirugía se hizo en el hospital de Cincinnati el 17 de agosto del año anterior.

Todo esto los obligó a cambiar de un día para otro su estilo de vida, nunca pasaron hambre, pero sí vieron como lo que un día compraron con tanto esfuerzo, se fue en un dos por tres.

“Compramos unos sillones que duramos mucho tiempo en pagar y después los estábamos vendiendo. Cuando uno pasa por cosas como las que pasamos con Dani, todo lo material no es importante, lo importante es que él estuviera bien, solo en eso pensábamos, no pensábamos en los sillones o en las cosas que habíamos vendido”, comentó la mamá.

Antes alquilaban una casita en San Blas de Moravia, ahora lo hacen en la urbanización Alta Moravia, ubicada en este mismo cantón.

“Hemos tenido una gran bendición, esta casa la alquilamos, pero fue gracias a una muchacha que todavía no conocemos en persona, ella la consiguió y nos dijo que no nos preocupáramos durante 6 meses por pagar el alquiler. A pesar de ser un cambio fuerte, no nos quejamos, hemos recibido mucha ayuda”, contó doña Zaida.

De momento solo tienen dos camas, una refri, una cocina y una mesa donde comen.

Don Alexánder dice que desde que Dani está recuperado valoran más las cosas.

“A Dani todo los nutrientes se los inyectaban, no podía comer, después de cuatro meses él pudo tomar agua (hace una pausa y llora)… todo eso uno no lo valora, ahora hemos aprendido a que las cosas, por más sencillas que sean, debemos de apreciarlas”, finalizó.

El pequeño luchador padecía un tipo de anemia llamado Diamond-Blackfan, que no le permitía crear glóbulos rojos en su médula ósea.

Daniel estuvo internado hasta el 5 de diciembre, luego de eso le dieron la salida y su recuperación fue en la casa Rónald McDonald hasta junio de este año.

Según sus padres, la mejoría fue buena, aunque por algunos momentos tuvo recaídas que complicaron su estado, pese a esto, siempre se mantuvo fuerte, pues su objetivo era seguir viviendo.

Bryan Castillo

Periodista

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