Por más que se le ha dicho al Palí de barrio Cuba, nadie hace nada por ayudar en esa empresa. Los carros que llegan a dejar mercadería les importa un pito la seguridad de las personas porque suben los camiones a las aceras y no dejan ni espacio para los que utilizamos la parada de buses. Las aceras son para la gente y no para los camiones.
Las personas con discapacidad se tienen que tirar a la calle para poder pasar por esa zona porque todas las mañanas hay camiones de Dos Pinos, de la Cervecería Costa Rica y otras empresas, a las cuales tampoco les importa nadada, parquean por largos ratos y nos toca tirarnos a la calle. Nadie respeta. Nadie hace caso y la gente de Palí no hace nada por evitarlo. Creen esos choferes que metiendo el camión completo a la acera y dejando un campito, están haciendo bien las cosas.
Olga Martha Mendoza
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Dejen en paz a quien sí quiere celebrar Halloween
Siempre por estos días de octubre comienzan las agresiones por el día de Halloween. Por un lado están los que pasan recetando al diablo y hasta confirman que quienes lo celebran tienen el infierno ganado y por otro lado están lo que dicen que somos unos indios y que esa celebración no tiene que ver nada con estos lados de América.
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Creo que ya es tiempo de dejar en paz a la gente que sí quiere celebrar, a los que sí nos apuntamos al vacilón y disfrutamos de vestirnos el 31 de octubre como queramos. Considero que no somos ni diablos ni tenemos el infierno ganado por una noche de sana diversión. Si usted no cree, por lo menos respete. Ponerse un traje de muerto y andar disfrutando con amigos no significa que uno sea un pecador. El problema del fanatismo es que todo lo ve diabólico.
Susana Chaves