Nacional

Enfermero lucha para que lo dejen trabajar con el pelo largo

Los magistrados de la Sala Constitucional declararon sin lugar un recurso de amparo interpuesto por el funcionario

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Si el hábito no hace al monje, el pelo tampoco hace al enfermero.

Eso lo sabe Gustavo José Vargas, profesional de la salud que trabaja en la clínica de Río Frío, en Sarapiquí, y a quien los jefes le insisten en que no puede ir a trabajar con el cabello largo aunque lo use recogido.

Gustavo puso un salacuartazo el año pasado para que se le permita hacerlo en vista de que sus superiores le llamaron la atención por escrito y le dijeron que el reglamento de la clínica prohíbe que los hombres que trabajan allí tengan el cabello largo.

Esta es la segunda vez que Gustavo se lo deja crecer y asegura que se lo cuida mucho y que siempre lo anda amarrado, sobre todo cuando va a trabajar.

“Me había dejado crecer el pelo durante un año, incluso me llegué a hacer trenzas de las que van pegadas a la cabeza, pero siempre lo ando recogido. Yo veo el reglamento discriminatorio, ¿cómo es que las mujeres sí pueden andar el pelo largo, y hasta suelto, incluso teñido?”, se preguntó.

El enfermero recibió el llamado de atención cuando el pelo le llegaba a las orejas. En aquel momento decidió cortárselo, pero no se cruzó de brazos. Decidió ver qué podía hacer para que lo dejaran trabajar a gusto y buscó ayuda en un sindicato; en febrero del 2020 le ayudaron a poner el recurso de amparo ante la Sala Constitucional.

Desde entonces no se ha vuelto a cortar el pelo, ahora lo tiene por la barbilla.

“Este año, cuando me hicieron la evaluación de desempeño, mi jefa me dijo que me iba a bajar la calificación en donde se hablaba de la presentación personal porque yo inclumplía el reglamento. Le dije que lo hiciera porque yo no me iba a cortar el pelo por eso y efectivamente me bajaron puntos”, explica.

Bien cuidado

Gustavo afirma que él siempre se ha cuidado mucho el pelo. Cuando era adolescente estaba de moda el corte tipo hongo y lo anduvo así un tiempo, ya luego se lo cortó. Fue recientemente que volvió a decidir dejarlo largo.

“Me lavo el pelo cada dos o tres días con champú y acondicionador, además mi esposa llevó unos cursos de belleza y ella me hace queratinas, me aplancha el pelo, pero aun así siempre lo ando amarrado”, detalla.

“Lo que me dejo crecer es el pelo que está en la parte de arriba de la cabeza (coronilla); a los lados y atrás me lo corto bien bajito cada semana, voy a la barbería entre tres y cuatro veces al mes. Me gusta andar bien aseado, también tengo barba y siempre la ando bien cuidada, nunca está desordenada”, contó.

Ahorita usa el pelo sin trenzas, lo anda amarrado en cola.

Sin buenos resultados

Según informó el departamento de prensa de la Sala Constitucional, el recurso de amparo que puso Gustavo fue rechazado. La resolución la dictaron el 17 de setiembre.

Explicaron que este caso es particular ya que el denunciante se queja de una disposición que está en un reglamento, por lo que luego de analizar la petición, los magistrados le dijeron al enfermero que para continuar el proceso debía presentar una acción de inconstitucionalidad.

Él lo hizo, sin embargo, no cumplió con todos los requerimientos de este tipo de trámites, por lo que al final los magistrados la rechazaron y, por lo tanto, rechazaron también el recurso de amparo.

“...El apercibimiento (llamado de atención) efectuado al amparado por su jefatura, el 26 de febrero de 2020 por usar pelo largo, no resulta un acto arbitrario, sino que se funda en una disposición normativa vigente, en la institución recurrida (la clínica). Se descarta la lesión de los derechos fundamentales del recurrente y lo procedente es desestimar el recurso”, dice la resolución de la Sala.

Pese a que al final el recurso no prosperó, y fue rechazaron por la mayoría de los magistrados, tres de ellos salvaron el voto ya que estaban de acuerdo con la posición del enfermero.

“Los (tres magistrados que salvaron el voto) sostenemos que el apercibimiento que recibió el amparado por el uso de cabello largo resulta inconstitucional por cuanto de manera irrazonable constriñe (limita) el derecho al libre desarrollo de la personalidad e identidad, así como violenta el derecho a la igualdad”, se lee en la resolución.

Lo bueno para Gustavo es que nada se ha perdido.

La abogada penalista Yorleny Clarke explicó que como la acción de inconstitucionalidad fue rechazada por no cumplir los requisitos, el enfermero puede perfectamente repetir el proceso, presentar otro recurso de amparo y otra acción, esta vez bien hecha, para que los magistrados analicen el fondo del asunto.

Gustavo sintió alivio al saber que aún tiene chance de pelear.

“Voy a hablar de nuevo con la gente del sindicato para que pongan de nuevo el reclamo en la Sala Constitucional, no voy a rendirme hasta que me den la razón”, aseguró.

El reglamento al que el enfermero hace referencia dice: “...A los hombres no se les permite usar aretes, ni cabello largo, ni colas u otros adornos o informalidades parecidas...”.

Rocío Sandí

Rocío Sandí

Licenciada en Comunicación de Mercadeo de la Universidad Americana; Periodista de la Universidad Internacional de las Américas, con experiencia en Sucesos, Judiciales y Nacionales. Antes trabajó en La Nación y ADN Radio.

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