Un milagro llenó de fe a los trabajadores de la parroquia Inmaculada Concepción en Heredia el pasado 10 de agosto, cuando luego de dos meses de trabajo, descubrieron la figura muy bien conservada del sagrado corazón de Jesús que había pintado el artista florense Manuel Argüello Chaves hace más de 100 años.

La antigua iglesia, de 158 años, se encuentra en un proceso de restauración desde el año 2013, cuando gracias al aporte económico de una partida específica de la Asamblea Legislativa por ¢143 millones, se le cambió toda la instalación eléctrica.

Esa etapa concluyó un año después y desde el 25 de junio de este 2018 arrancaron con la segunda fase, cuyo costo es de ¢450 millones, también obtenidos gracias a los diputados heredianos.

Como la iglesia es patrimonio cultural, dentro de los trabajos se incluyó un presupuesto para la restauradora Mercedes Fontana, quien está a cargo de hacer un trabajo de quitar las tres capas de pintura que le fueron colocadas al techo de la nave central y la que está debajo del coro, donde justamente apareció milagrosamente la imagen.

“Ella (Mercedes) va haciendo una especie de cuadros en diferentes puntos de las paredes y techos para ir quitando las capas de pintura con espátula y esponja sin dañar los frescos plasmados en ellos”, explicó el padre Fernando Vílchez.

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De momento solo se ha encontrado la imagen del Corazón de Jesús, pero a unos dos metros del medallón hallado, se medio ven otros como colochos, que hacen prever que podría tratarse del corazón de María, que se acostumbraba a que estuvieran juntos y que está esperando a ser descubierto, explicó el sacerdote e historiador. En las paredes no ha aparecido nada, pero se espera que haya más frescos.

“La imagen se ve que tiene toda una ornamentación (colochos), y se trata de un medallón porque se ve un borde, como los que usaban las personas mayores antes. Es preciosa, muy linda y detallada”, dijo el padre Vílchez.

Pero el trabajo apenas comienza, se deben restaurar las pinturas originales que tienen más de 100 años, se estima que fueron hechas en en los primeros años de 1900 (1904) por el artista herediano a cargo de otras obras expuestas en el altar mayor de la iglesia florense.

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“Lo impresionante es que quedó muy entera. Con tres capas de pintura y tantos años, se ven tan solo unos pequeños rastros en el pegue, lo demás está muy bien conservado. Confiamos en que el resto de las pinturas estén igual. Ese corazón está haciendo milagros”, agregó el religioso.

Valioso descubrimiento

Para la arquitecta Verónica Solórzano, fiscalizadora de las obras por parte del Centro de Patrimonio Cultural, es un valioso hallazgo por la antigüedad que posee la obra y agradece la previsión que tuvieron en la iglesia para no dañarlos.

“Tiene un muy buen estado de conservación la imagen, ayudó que la madera también se encuentra muy bien, eso da garantía de que la pintura se pueda rescatar”, agregó la arquitecta.

Como detalle curioso, la iglesia no tiene cimientos, ni bases ni nada, está como puesta sobre el terreno pero las paredes son tan gruesas y altas que han soportado los temblores y el tiempo estos más de 150 años.

Los trabajos que están haciendo son de reforzamiento y para evitar las filtraciones de agua para ayudar a que la estructura se siga manteniendo en pie. primero se está interviniendo el lado norte para poder mantener la iglesia operando.

“La gente mayor todavía recuerda que toda esa parte estuvo con frescos. Mencionan que eran pasajes de la pasión de Jesús y algunos otros elementos que a finales de los años 40 le pasaron una mano de pintura blanca, en los años 80 le pasaron otra y en los 2000 le pasaron la tercera. Tiene tres capas de pintura blanca toda esa nave central. La gente cuenta que eran bellezas y todas de este mismo artista (don Manuel Argüello)”, explicó el padre.

La primera piedra de la iglesia se colocó en 1797, el templo fue concluido en los años 20 del siglo XIX, pero un terremoto lo destruyó a inicios de los años 50, que le botó la fachada y otras partes y a partir de 1859, 1860 se terminó la construcción. Y se concluyó el 18 de marzo de 1880 cuando se dio la consagración de ese padre.

La tercera etapa de restauración requiere unos 300 millones mínimo y contempla los pisos, las imágenes, la parte del plesbíterio. Todavía no tienen idea de cuánto costará la restauración de las pinturas, pero están buscando los recursos.