Durante 91 años seguidos la campana de la Independencia (también conocida como campana de la Libertad), colocada en el marco sur de las ruinas de Cartago, acompañó las fiestas patrias; sin embargo, este 2025 será el segundo año consecutivo que no estará presente algo que nos motivó a averiguar por qué.
En la Municipalidad de Cartago encontramos la respuesta a esa y un par de preguntas más que teníamos. Otra interrogante era: ¿Cómo fue que llegó a terminar guindada en las ruinas de Cartago la campana de la Independencia?
José Segura Garita, fundidor encargado por la municipalidad brumosa para restaurar la campana, nos explicó que tras una investigación confirmaron que Francisco María Núñez, un periodista del Diario de Costa Rica, allá por 1933, fue llamado por un fundidor famoso en los años veinte, Alfredo Chaves Smith, quien tuvo uno de los mejores talleres de fundición en el país hasta los años noventa.
LEA MÁS: Costa Rica todavía debe la plata de nuestro Himno Nacional
“El taller de Chaves Smith recibió la campana (de la Independencia) para fundirla. La llevaron directamente de la iglesia de los Ángeles porque ya no la querían y deseaban hacer con el material una campana nueva.
“A don Alfredo Chaves le pareció una lástima fundir una campana hecha en 1818 y por eso llamó al periodista Francisco María para que la rescatara, que buscara el dinero que se ocupaba para comprar el bronce de la campana nueva y entonces no se tuviera que fundir una campana que sonó cuando se anunció la Independencia en Cartago”, explica Segura Garita.
En una nota periodística del 19 de setiembre de 1934, el comunicador, Francisco María, explicó que él rescató la campana que fue fundida (hecha) frente a las ruinas de la iglesia de Cartago por la familia Cartín en 1818, y que al rescatarse se colocó en las ruinas de la antigua parroquia de Cartago. Desde 1775, está confirmado, en el país se tenía conocimiento sobre cómo se fabricaban las campanas.
La reliquia se distingue porque: se consolidó desde 1933 como la campana de la Independencia que, incluso, el alcalde de Cartago tocaba como acto simbólico para las fiestas patrias; además, desde 1818 estuvo colgada en las iglesias de los Ángeles en Cartago; sobrevivió a los terremotos de 1822, de 1841, de 1910, y es una campana hecha 100% en Cartago con conocimientos reales en estas piezas, explica el fundidor.
Declarada Monumento Nacional
Los padres de la Patria, en los años sesenta, entendieron tanto y tan bien el valor de la campana de la Independencia que hasta la declararon Monumento Nacional en 1962 y hay un decreto que así lo confirma.
En el 2024, la campana de la Independencia fue retirada, después de 90 años, de las ruinas de la antigua iglesia de Cartago por orden de la municipalidad local.
Nos explica Janeth Valverde, del departamento de comunicación municipal, que se hizo para restaurarla, darle el mantenimiento que se merecía por tantos años a la intemperie llevando lluvia, sol y hasta cuitas de paloma.
La municipalidad tomó la decisión, en febrero del año pasado, de no volver a colocar la campana en las ruinas para que no se siguiera deteriorando. Cumplirá este 2025 sus segundas fiestas patrias sin estar guindada en las ruinas.
¿Dónde está la campana de la Independencia ahora? Según la comunicadora municipal, ocupa un lugar privilegiado en el museo de la municipalidad, en donde quien guste puede ir a ver una campana que tiene ya 63 años de ser Monumento Nacional.
¿Quién hizo la campana de la Independencia?
“Han pasado más de dos siglos desde que fue fundida la campana de la Independencia en Cartago, y la identidad de su maestro fundidor ha permanecido envuelta en el misterio.
“Aunque la tradición, así como algunos autores de renombre, atribuyeron su creación a un miembro de la familia Cartín de Heredia (famosa por su maestría en la herrería y la mecánica), esa atribución es imprecisa.
LEA MÁS: La Campana de la Independencia ¡Es Monumento Nacional!
“Con documentos dejaré claro la verdadera identidad del fundidor”, empieza un escrito publicado en Europa por el historiador e investigador cartaginés, Sergio Orozco Abarca.
El documento se llama: “Andrés Cartín: el verdadero fundidor de la Campana. Campana que repicó durante las celebraciones de la Independencia de Costa Rica, en 1821.
“Ciertamente, el miembro de la familia Cartín más reconocido en el oficio de la herrería y fundición fue Concepción, a quien tanto Francisco María Núñez como Luis Dobles Segreda atribuyeron la autoría de las dos campanas, la de Heredia y la de Cartago.
“Sin embargo, esta atribución resulta insostenible. La razón principal es cronológica: Concepción nació en 1809, por lo que tenía escasos ocho años cuando se fundió la campana “Concesión” en Heredia (1817), y nueve cuando se elaboró la de la Libertad en Cartago (1818). Es evidente que un niño de esa edad no pudo haber estado a cargo de tales obras, ni siquiera en calidad de aprendiz”, aclara don Sergio.
“Sabemos que su padre, don Andrés (Cartín Morales), dominaba con solvencia el arte de fundir metales. En 1817, año en que se fundió la campana “Concesión”, Andrés tenía cincuenta años: una edad de plena madurez para un artesano curtido por la experiencia, el trabajo duro y el conocimiento transmitido de generación en generación.
“Por esta razón (y por las pruebas encontradas que respaldan su oficio como herrero y fundidor) sostenemos con firmeza que fue él, y no su hijo Concepción (Cartín Rodríguez), el verdadero autor de aquellas campanas históricas”, confirma el historiador brumoso.
LEA MÁS: Centro de Patrimonio: “La Campana de la Independencia no es resorte de nuestra institución”