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Evangélicos no le cerrarán a nadie las puertas de sus templos

Todavía hay feligreses temerosos por el tema del código QR

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Cuando el ministerio de Salud empezó a hablar sobre la obligatoriedad de presentar la tarjeta de vacunación contra el covid-19, o el famoso código QR, las iglesias saltaron, por lo que el Gobierno rectificó e informó que las iglesias son los únicos espacios en los que la población puede entrar sin necesidad de este requisito.

“Nosotros como Federación Alianza Evangélica Costarricense (FAEC) dijimos no a pedir el código QR porque no le vamos a cerrar las puertas a nadie.

La Conferencia Episcopal de Costa Rica y la Federación Alianza Evangélica Costarricense (FAEC), le aclaran a todos sus feligreses que para ir a misa o al culto, en cualquier parte del país, no se necesitará el código QR

“La gente llega con profundas necesidades emocionales, físicas, económicas, y tenemos la obligación de atenderlos”, explicó Jorge Gómez, presidente de la Federación Alianza Evangélica Costarricense.

El Gobierno determinó que las iglesias no están obligadas a solicitar el código QR, siempre y cuando cumplan con el aforo de 500 personas y las medidas de distanciamiento.

“Sabemos que el interés del Gobierno es proteger a las personas, pero debemos tener claro que la fe y sus expresiones son un elemento esencial de la vida del ser humano, por eso no podemos limitarla como un evento o una actividad de ocio”, agregó el pastor Iván Vindas, miembro de la junta directiva de la FAEC.

Es una necesidad

Para los evangélicos es necesario que la fe no se considere como un aspecto de placer o recreación, sino como una necesidad esencial de las personas.

“Es un peligroso precedente para la libertad individual y de culto en Costa Rica, es un ataque a los derechos de las personas, ese decreto no contiene sanciones, por lo que aplicarlo podría traer consecuencias para las personas que lo apliquen al violar un derecho fundamental”, añadió Raúl Escalante, abogado constitucionalista.

Las iglesias evangélicas se han comprometido a cumplir con los protocolos sanitarios como: la mascarilla, mantener un distanciamiento de 1,8 metros, respetar las burbujas sociales y no afectar el aforo de más de 500 personas por servicio, y por supuesto el lavado de manos antes de ingresar.

“Hacemos un llamado a los que no se han vacunado, para que puedan acudir a los centros de vacunación para seguir combatiendo la pandemia, y seguiremos luchando por los derechos de la comunidad cristiana, donde podamos adorar a Dios sin ninguna restricción”, finalizó Gómez.

Los evangélicos confirmaron que no le cerrarán las puertas a ningún creyente a pesar del código QR

Opiniones de fieles

“Yo no estaba de acuerdo con esta situación que el Gobierno estableció, las iglesias son un lugar a donde uno va a orar y estar con Dios, donde puede llegar cualquier persona sin importar su situación, y encontrar paz, gozo y esperanza” dice doña Ana Artavia, vecina de Desamparados.

Doña Marielos Salazar confesó que se mostró bastante preocupada e inconforme cuando escuchó en las noticias que para entrar a un templo debía presentar el código de QR de vacunación completa.

Por otro lado, don Víctor Morales aseguró que él no estaba dispuesto a aceptar esta condición en los templos, ya que todas las semanas asiste con toda su familia, y no todos cuentan con la vacuna.

“La vedad es que los costarricenses no requieren del aval de ninguna vacunación para orar y asistir a la iglesia, mi familia cree en la salud y la importancia de la misma, pero ir a visitar a Dios no lo pueden prohibir”, comentó Douglas Oconitrillo, vecino de Desamparados y quien asiste a la iglesia Visión de Impacto.

Redacción

Redacción LT

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