En nuestra búsqueda por conocer historias que inspiran de héroes anónimos, encontramos a don Jesús Barrios, un adulto mayor de 73 años, vecino de San José, que, lejos de quedarse quieto tras pensionarse, decidió seguir trabajando.
Lo encontramos en el centro de la capital, acompañado de su inseparable bastón, su fiel compañero tras un accidente en el pie izquierdo que le dificulta caminar.
“Tengo cinco años de vender gomitas de eucalipto; siempre me voy por la zona donde está el Ministerio de Hacienda, a un costado”, contó con orgullo.
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Su figura es conocida por muchos transeúntes del centro de la capital, que ya lo reconocen por su sonrisa amable y por el aroma fresco de los dulces que ofrece.
Un trabajador de toda la vida
Don Jesús trabajó más de 13 años como conserje del Gobierno, durante las administraciones de Luis Alberto Monge y Óscar Arias.
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Aunque ya está pensionado, no se conforma con quedarse en su hogar, pues prefiere ganarse algo extra y así se distrae, ya que vive solo.
“Yo salgo a las 10 a. m. de mi casa y regreso a las 7:30 p. m.”, nos contó.
Un remedio que también es una salvada
El eucalipto que vende sirve, como él mismo dice, “para la garganta, los resfríos y para el mal aliento”, por lo que muchas personas, apenas lo ven, no dudan en pedirle sus golosinas.
Pero más allá del producto, su trabajo lleva consigo un mensaje de esfuerzo, orgullo y superación personal.
“Tengo muchos clientes”, aseguró con una sonrisa. Y no es para menos: más que gomitas, don Jesús reparte ejemplo y esperanza cada día en las calles de San José.
