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Gringas pensaban que iban en un avión a California pero terminaron en Costa Rica

Querían llegar a casa pero terminaron a 6.000 kilómetros de distancia

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Una tremenda metida de pata cometieron un par de gringas cuando pretendían regresar a su casa en California luego de pasar unas vacaciones en Florencia, Italia.

Todo empezó como un soñado paseo familiar por los bellos paisajes de la ciudad italiana, disfrutando de los famosos platillos de esta popular región.

Pero como todo lo bueno llega a su fin, era hora de volver a casa, a la ciudad californiana de Lafayette. El grupo familiar tuvo que regresar en vuelos separados, en uno de los cuales viajaba una joven llamada Callie Zuker acompañada de Sheila Milosky, la madre de su novia.

Pero desde el inicio la cosa empezó mal, el vuelo de regreso fue cancelado de última hora por la compañía alemana Lufthansa Airlines, por lo que la joven universitaria y su suegra fueron llevadas a un aeropuerto cercano en Bolonia junto al resto de pasajeros chivas por el retraso.

En la nueva terminal aérea se les reservó a todos nuevos vuelos para la mañana siguiente, por lo que las mujeres pensaron que hasta ahí llegaría su mala fortuna, pero no fue así.

El vuelo hizo una escala en París y dos horas después de estar en el aire la pasajera que viajaba en el asiento al lado de Milosky le indicó que ese avión no iba para California, sino para Costa Rica.

"Asumimos que SJO era el código del aeropuerto de San José en California", mencionó Zuker, cuando en realidad el código es SJC. "Lo sé ahora", señaló la estadounidense al SF Gate.

¿Cómo puede ser tal metida de pata? De acuerdo con la joven, aparte de no diferenciar los códigos de los aeropuertos, su pase de abordaje, la etiqueta de su equipaje y las pantallas indicando la información de partida de los vuelos, solamente mostraban la ciudad y no el país

Para hacer las cosas peor, cuando llegaron a Costa Rica, a 6.000 kilómetros de distancia de su destino final en la ciudad californiana de San José, se dieron cuenta que no había ni un alma en el mostrador de servicio al cliente de Lufthansa en el Aeropuerto Internacional Juan Santamaría, por lo que decidieron reservar vuelos de regreso programados para la mañana siguiente. La torta les costó $1.500 a cada una (cerca de ¢850 mil).

Finalmente llegaron a California el viernes en la tarde, luego de 48 horas de viaje con una escala en Panamá, pero no al aeropuerto en San José, sino al de la ciudad de San Francisco.

"Lufthansa va a tener que reembolsarnos", aseguró la joven. "Eso creo", añadió luego. "Eso espero", terminó diciendo.

Lucía Astorga

Lucía Astorga

Bachiller en Ciencias Políticas de la Universidad de Costa Rica y Bachiller en Periodismo de la Universidad Latina; finalizando la Maestría en Diplomacia del Instituto Manuel María Peralta.

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