La iluminación del árbol de Navidad del Hospital de Niños estuvo pasada por agua, pero ni eso apagó la ilusión de los chiquitines.
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Los que sí sufrieron un poco fueron las mamás, que tuvieron que luchar contra la “señora de los frescos”, como a Mayela Monge que llegó desde la 1:30 p.m. para agarrar campo y no lo pudo hacer.
Ella andaba con tres niñas: dos hijas y una sobrina, una de brazos, y no se había podido sentar. La salvada es que la más pequeñita, Keylin de ocho meses, estaba superbién portada .
“La espalda la tengo destrozada. Tengo como cinco años de venir y es primera vez que llueve. Me encanta cuando encienden el árbol”, dijo Monge.
La sobrina, Brittany de diez años, disfrutó montones cuando prendieron el árbol y nos contó que le pidió a Santa Claus, un suéter.
Fue común ver sombrillas, paraguas, capas antes del momento cumbre, pues la lluvia cesó justo en el momento en que prendieron las 15 mil bombillas.
A pesar del agua, la actividad se desarrolló sin contratiempos y se siguió el programa tal y como estaba previsto. Hubo mucho colorido, pero no hubo tanta gente como en otras ocasiones, probablemente por la lluvia.
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Esteban Chacón un niño de seis años vino a ver a Santa Claus con su tía, Ileana, y estaba muy emocionado porque iba a ver el arbolito.
Iluminación del árbol del Hospital de Niños
Posted by La Teja on Thursday, December 5, 2019
Él dijo que quien trae los regalos es Santa, pero que no le había escrito la carta y que le iba a pedir una patineta.
“Es que Santa solo nos puede traer un regalo”, dijo el pequeñín.
Su tía aseguró que todos llevan varios años asistiendo y que ella misma disfruta de la actividad y que lo que llena de ilusión a los pequeñines son el montón de luces del arbolito.
También vimos a Ivonne Arias, de siete años, que andaba bien abrigadita y gorrito de Colacho. Ella andaba con sus papitos y una prima.
“Lo que quiero ver es cuando prendan el árbol. Nunca he venido”, comentó.
Su mamá, Yorleny Díaz dijo que es la tercera vez que asiste, pero no lo recuerda.
“Estaba muy emocionada, llegamos a las 3 de la tarde con sombrilla porque siempre ando adelante”, comentó.
Las actividades en el hospi iniciaron desde las 3:30 de la tarde con presentaciones de bandas y algunos animadores y personajes como la vaca Lula.
Emanuel Trujillo, un niño de 9 años, dijo que le gusta mucho la vaca Lula y escuchar a las bandas.
“Le voy a pedir un carro grande”, expresó.
El evento cerró con un pasacalles y la espectacular banda de Acosta.