Nacional

Nicaragüenses en Costa Rica viven llenos de preocupaciones y miedos

La pandemia y la situación política de su país los atormenta

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Justina Marlin Cruz vive cada día llena de preocupaciones, ella es una nicaragüense que vino a Costa Rica en busca de un mejor futuro, pero la pandemia le ha puesto las cosas cuesta arriba.

Antes de que llegara el covid-19 se ganaba vida como trabajadora doméstica, pero ahora, por la difícil situación económica que enfrenta Costa Rica, muchas familias despidieron a las personas que ayudaban en el aseo. Justina fue una de esas trabajadoras que se quedó sin trabajo y ve con preocupación el futuro de su familia porque hasta tiene su permiso de trabajo vencido.

Justina anda en busca de trabajo, pero por la pandemia no ha encontrado nada. Foto: Cortesía de Justina Cruz. (Cortesía de Justina Cruz)

“Mi esposo tiene una pensión, pero es muy bajita, él padece varias enfermedades y necesita que yo lo cuide a diario. Tengo un hijo de 20 años, se llama Kenneth y está como refugiado aquí, me lo traje de Nicaragua porque tenía miedo de que me lo mataran; él debería estar estudiando, pero debido a la situación que estamos viviendo ahorita está trabajando en Caldera, le dieron un trabajo mal pagado, pero que tuvo que aceptar por la necesidad.

“Tengo más hijos allá en Nicaragua y vivo con el temor de que me les pase algo por todos los problemas políticos que hay, pero en estas circunstancias no puedo hacer nada por ellos, me siento atada de manos”, relató indignada.

Sin paz

Pero no solo Justina vive atormentada, miles de nicaragüenses que están en Costa Rica viven sin paz, tanto por los problemas que enfrentan aquí como por la complicada situación que afrontan sus seres queridos en Nicaragua.

Aracelly Aguirre vive en Guanacaste con sus hijos, pero en su Nicaragua tiene a los papás y a tres hermanos y pasa en una pura pensadera porque la situación de salud y política que hay en el vecino país son críticas.

Aracelly Aguirre teme por la vida de los familiares que tiene en Nicaragua. Foto: Cortesía de Aracelly Aguirre. (Cortesía de Aracelly Aguirre)

“A mi mamá la acaban de operar de cáncer y aunque ya está vacunada contra el covid sigue corriendo el riesgo de contagiarse. Allá todo el mundo vive como si no estuviera pasando nada, nadie se cuida, nadie guarda la distancia, nadie usa mascarilla, es terrible, yo les paso diciendo a mis familiares que por favor se cuiden muchísimo.

“Por otro lado está el tema político, uno no sabe ni que esperar con todo lo que ha pasado, todos deseamos que llegue al poder alguien que luche por el pueblo, pero el Gobierno actual no lo permite. Siento tristeza por los seres queridos que están allá, pero ellos no pueden levantarse un día y decir que van a salir de ahí porque allá está su vida, sus familias y sus trabajitos, solo me queda pedirle a Dios que los cuide mucho”, relató.

Pero Aracelly también tiene preocupaciones de este lado de la frontera, ya que dos hermanas que están aquí no han podido poner al día sus papeles, necesitan ir a traer documentos a Nicaragua, pero no pueden dejar a sus hijos aquí solos y tampoco quieren exponerlos llevándolos allá.

“Todo eso me entristece, pero Dios primero se dé una solución y nos proteja a mi familia y a mí para que estemos bien”, expresó.

El 27 de agosto decenas de niragüenses se manifestaron en San José en contra de la situación política que se vive en Nicaragua. Foto AFP. (EZEQUIEL BECERRA/AFP)

Más contagios

Mario de León es un nicaragüense que creció en Costa Rica y pese a la complicada situación económica que vivió de niño, logró superarse y convertirse en profesor de Matemáticas.

La principal preocupación del educador es la relajación de las medidas sanitarias que se han dado en las últimas semanas, ya que eso pareciera estar causando un aumento en los contagios de coronavirus.

“Creo que todos estamos agobiados por la pandemia, pero me preocupa aún más saber que se van a relajar medidas y restricciones. Veamos el caso ‘modelo’ de Israel: mantuvo bajísimas tasas de contagio y el relajamiento ahora los tiene críticos.

Mario de León está preocupado por la relajación de las medidas sanitarias. Foto: Cortesía. (Cortesía)

“Mi caso como empleado de la UCR (interino por ciclos) me da un poco de congoja porque no es algo estable como quisiera, pero aún así me siento a gusto con el ambiente laboral. Doy lo mejor de mí cumpliendo las reglas de la institución y tratando de dar contenidos de calidad a mis estudiantes”, dijo.

Mario asegura que como profesor también ve con preocupación la situación educativa del país, el rezago que ha causado la pandemia en los escolares y colegiales es serio y sabe que todo eso pasará la factura en el futuro.

Rocío Sandí

Rocío Sandí

Licenciada en Comunicación de Mercadeo de la Universidad Americana; Periodista de la Universidad Internacional de las Américas, con experiencia en Sucesos, Judiciales y Nacionales. Antes trabajó en La Nación y ADN Radio.

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