Génesis Romero, la menor que recibió un trasplante de hígado en Venezuela el 21 de setiembre del 2015 luego de una gran lucha de sus padres, ya cumplió cinco añitos y está con toda la pata.

Su papá, Alexánder Romero, quien fue el donador, contó que la niña sigue en el proceso de supervisión, cada dos meses, en el Hospital Nacional de Niños.

“Ha estado bien, con ciertas recaídas de gripe, pero estable y evolucionando. Génesis siempre ha sido un terremoto, activa, muy alegre y hablantina. En el Hospital de Niños dicen que habla como una vieja. Lo que sí tiene es que es quitadilla para comer, solo le gusta el huevo picado”, comentó el papito.

La chiquita, que vive en Golfito junto con su familia, actualmente está en materno y sus padres deben estar en constante comunicación con la maestra porque no se puede acercar a otros niños si están enfermos.

“El medicamento que toma es para lo del hígado y le baja las defensas, cada vez que sale una vacuna debemos llamar al hospital para ver si se la podemos poner”, explicó Romero.

Y es que cuatro meses después de llegar de Venezuela, en enero del 2016, Génesis sufrió una recaída por un rechazo fuerte al órgano. Le entró una bacteria que la tuvo un mes y quince días en cama y con sonda, no comía.

“Fue un susto grande, pero gracias a Dios se levantó”, aseguró el papá.

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Ahora es una niña muy activa. Su padre dice que se le tira encima y a ella no le duele nada, pero a él sí le molesta un poco la herida de la operación.

Recordemos que él fue el donador, luego de hacerse múltiples pruebas resultó ser compatible y en Venezuela los operaron a ambos, él duró cinco horas en el quirófano y su hija 13.

“Yo quedé con ciertos dolores, la herida me duele cuando hago fuerza. Otra cosa es que el peso uno no lo vuelve a recuperar, de 72 kilos pasé a 63. Pero todo eso valió la pena, pues es una fogosa”, indicó el guardaparques, quien labora en el parque nacional de Piedras Blancas.

“Le agradezco infinitamente a Dios el milagro de esta segunda oportunidad que le dieron a mi hija por medio del trasplante, porque de lo contrario hoy estuviéramos contando otra historia", indicó Alexánder.

La operación

Génesis fue operada en el Policlínico de Caracas, Venezuela, luego de que sus padres completaran una serie de trámites y solicitudes por la vida de su hija, ya que era un caso urgente de cirugía.

Ella fue la primera menor a quien la Caja autorizó realizarle un trasplante de hígado fuera del país.

La junta directiva de la Caja tomó la decisión mientras el Hospital de Niños volvía a organizar el programa de trasplante hepático, el cual se había visto frenado a raíz de dificultades entre grupos de médicos.

Se escogió Venezuela por la facilidades y el precio de la intervención.

“Sí, en aquel momento ya se vivía la crisis, estando allá no conseguimos jabón, y los pañales era muy difícil conseguirlos, solo vendían por tiquete. Pero los doctores y las enfermeras son pura calidad. En el albergue Ronald McDonald’s nos trataron muy bien.

"Nosotros al inicio teníamos dos opciones, Canadá o Venezuela, pero Canadá costaba unos ¢480 millones y yo debía nacionalizarme. Venezuela costó unos ¢400 millones. Fundahígado pagó tres cuartas partes y el resto la Caja”, comentó el papá.

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Romero reconoció que aún se presentan trabas para realizar trasplantes.

La Caja anunció que planea reducir la espera por un trasplante de hígado de un año a menos de cuatro meses introduciendo a partir de diciembre la intervención con donantes vivos en pacientes adultos. Dos equipos multidisciplinarios de especialistas se capacitan en Corea del Sur en este tipo de procedimientos.

Mediante esta técnica una persona sana puede donarle una parte de su hígado a otra enferma, pues el órgano puede regenerarse.

Este tipo de técnica ya es utilizada en el país, pero únicamente de adultos a niños.