Nacional

OPINIÓN: En el año de la muerte estoy vivo

Podemos detenernos un poquito antes de seguirnos adentrando en esta ruda cuesta de enero

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Minor Khayyan

Ya iniciado nuestro duro transitar hacia la cima de la cuesta de enero, con las gomas superadas por tanta fiesta (algunos andan por lunes 33 de diciembre) aún hay espacio de ver hacia atrás, hacia los finados 2021 y 2020.

Mi visión puede ser un poquito opuesta a la del vidente Minor Khayyan, quien nos dio sus profecías para el 2022 este lunes en edición de La Teja.

Hay que ver hacia adelante, no tengo duda, pero podemos detenernos un poquito antes de irnos adentrando en este enero que ya nos dio la primer fea lección como fue el reinicio, por primera vez en nuestra historia, de un destartalado curso lectivo justo después de las fiestas de fin de año.

Escolares y colegiales están entre los grandes perdedores por la pandemia, el vacío académico posiblemente nunca lo llenarán.

Las lecciones por la pandemia son drásticas, por eso se vale replicar un mensaje que a muchos nos llegó el pasado 31 de diciembre por WhatsApp.

-En el año de la muerte estoy vivo.

-En el año de la enfermedad estoy sano.

-En el año de la escasez he sido bendecido con pan en mi mesa.

-En el año de la caída estoy de pie.

-En el año del temor estoy confiado.

-En el año de los desastres estoy seguro.

-Este ha sido un gran año.

-Cuando todo el mundo parece ir a la deriva, nuestra barca sigue aún su camino y no se ha hundido, y no ha sido por nuestras fuerzas,sino solamente por SU gracia.

Gracias a Dios porque en este año sigo aquí, de pie, con salud y con toda la fe en que saldremos adelante.

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