A María Fernanda Molina Villalobos el fuego no la quema, más bien le cocina el corazón. Esta alajuelense, de 42 años, es dentista de profesión, pero es tanta su pasión por las parrillas, que pronto podría dedicarles el 100% de su tiempo.
Y ella es realmente buena en eso, prueba de eso es que hace unos meses se coronó como la mejor parrillera de lechones de toda Centroamérica, tras ganar el primer lugar en el “Master Grill Lechón Challenge 2025”, pero ya hablaremos de eso.
De dentista a parrillera
Aunque suena increíble, María Fernanda es dentista de profesión, graduada en 2007. Pero como dice ella, el fuego de la parrilla le fue cocinando el alma y hoy en día, aunque sigue viendo a algunos pacientes antiguos, su verdadero amor está en las brasas.
“Antes del 2013 no sabía absolutamente nada de las parrillas. Llevé un curso muy básico con parrillas a gas y a partir de ahí sentí la pasión tanto así que comencé a aprender sola. Es como que una lo trae y solo faltaba que despertara porque me ha sido muy fácil.
LEA MÁS: El ingeniero y luchador de jiu-jitsu que busca ser el campeón de Guerra de Parrillas
“Parrillar me llena el corazón. Es una pasión que cuando uno la encuentra, todo se vuelve más fácil. Puedo pasar horas cocinando y ni cuenta me doy del tiempo. Cuando veo a la gente disfrutando lo que preparo, sé que estoy en el lugar correcto”, confiesa.
En el 2017 fundó su emprendimiento llamado Humo Parrillada, un catering service que ofrece asados de alto nivel. Pero no solo cocina: también enseña. Junto a su equipo, dan más de 15 cursos distintos de parrilla, desde pizzas y paellas, hasta mariscos y técnicas a fuego abierto.
“Este emprendimiento sí me deja, ha ido creciendo mucho. La cultura del asado está ganando terreno en Costa Rica. Ya no es solo el típico aro de carro con salchichón, ahora la gente quiere aprender de cortes finos, técnicas y sabores internacionales. Y ahí entramos nosotros”, explica con orgullo.
Sueños a fuego lento
Aunque todavía no ha colgado del todo la bata de dentista, María Fernanda sabe que su camino ya está marcado por la leña, el humo y el sabor.
“Creo que mi vida va encaminada a dejar por completo la odontología. No lo he hecho aún, pero cada vez estoy más cerca. Esta pasión por la parrilla se volvió estable, sencilla, y me permite hacer lo que amo”, afirma.
LEA MÁS: Guerra de parrillas: Liberiana va con todo para convertirse en la mejor parrillera de Costa Rica
Campeona
El “Master Grill Lechón Challenge 2025” se realizó en El Salvador y reunió a expertos de la parrilla de toda la región centroamericana y de México.
Lo más sabroso del asunto es que María Fernanda no solo representó con orgullo a la patria, sino que también lo hizo como la primera mujer costarricense que se lleva un primer lugar internacional en este tipo de competencia. ¡Pura leña viva!
LEA MÁS: Ganador del tercer programa de Guerra de Parrillas nunca ha llevado un curso de cocina
“Fue a fuego abierto, en estaca, es mi especialidad. Cociné un lechón puro con sal, sin aderezos ni inventos, solo técnica. La piel tiene que reventar, pero sin quemarse, y la carne quedar jugosa y bien cocida. Es un proceso que lleva su ciencia y mucha paciencia.
“Cocinar a fuego abierto es una técnica difícil de dominar, hay que ponerle atención hasta al más mínimo detalle, pero cuando una ya logra dominarla, prácticamente se puede parrillar lo que una quiera”, explicó la campeona.
El evento, que se realizó en febrero pasado en tierras salvadoreñas, fue todo un reto de sabor y destreza. María Fernanda participó junto a su equipo, conformado por los chefs Carlos Soto, Braulio Zúñiga y Roy Pearzon, y juntos pusieron a Costa Rica en lo más alto del podio.
Parrillera de clase internacional
Esta no fue la primera vez que María Fernanda representó al país. Ya ha competido en México, Chile, Guatemala, Panamá y hasta en el Mundial Parrillero en Alemania, donde el equipo costarricense logró destacarse entre más de 100 equipos de todo el mundo.
“El año pasado estuvimos en Alemania. Todo es muy europeo, hay que entender su paladar. Ahí quedamos de 33 con pollo. Fue una gran experiencia. Conocer otros estilos de cocina, otros parrilleros, te enriquece muchísimo”, recuerda.
Pero fue en El Salvador donde su nombre sonó con fuerza. “Cuando anunciaron que habíamos ganado, fue una alegría enorme. Yo iba con todo por ese primer lugar y sabía que lo podía lograr”, dice con una sonrisa que se le sale hasta por el humo.
LEA MÁS: Herediano dejó de lado el diseño, agarró las pinzas y ahora es finalista de Guerra de parrillas
Con su trofeo en mano y el corazón lleno de brasas vivas, María Fernanda demuestra que el éxito se cocina a fuego lento, pero cuando se sirve, deja un sabor inolvidable.