El pescador José Ugalde se despertó este domingo bien tempranito y cuando fue a echarle alimento a las gallinas se llevó una gran impresión ya que en el gallinero había un intruso.

Un manigordo se había metido en la madrugada y luego comerse dos gallinas no puso salir por el hueco por el que se había metido, así que quedó encerrado.

El inusual hecho se dio en Playa Chiquita, en Puerto Viejo de Limón.

“Me asusté cuando lo vi porque jamás lo esperé, pero a la vez fue una experiencia bonita ver una animal tan lindo de cerca. Él se asustó cuando me vio y se quedó quedito, seguía comiéndose la segunda gallina.

“Ya anteriormente había estado llegando seguro el mismo manigordo, en el último mes se nos comieron como 15 gallinas. Hoy (domingo) lo íbamos a liberar pero nos da cosa que siga llegando y que alguien lo lastime o lo mate por los daños que causa, entonces mejor llamamos al Centro de Rescate Jaguar”, contó.

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El pescador también vio que el manigordo tenía una herida en la cara, eso también pesó para que llamaran ayuda profesional.

Unos funcionarios del centro llegaron a la casa de José en compañía de un biólogo, sedaron el felino y se lo llevaron para revisarlo y luego liberarlo.

Día especial

El episodio con el manigordo se dio un día antes de que se celebrara el Día Nacional de los Felinos Silvestres.

José Ugalde dice que su experiencia es un recordatorio de lo cerca que están esos animales de la población tica.

“Debemos tener consciencia de que estos animales son importantes y debemos protegerlos para que sigan en nuestros bosque por siempre”, expresó el pescador.

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Los manigordos, conocidos también como ocelotes son una especie de felino mediano de grandes ojos que se encuentra distribuido por todo América central y Sudamérica a excepción de Chile, principalmente en ambientes tropicales.

Pesa de entre siete y 14.5 kilos y su actividad es generalmente nocturna, por eso es que acostumbra atacar en las madrugadas.