El congresista republicano Mario Díaz-Balart, convocó a la embajadora de Costa Rica en Estados Unidos, Catalina Crespo, a una reunión “informativa” para conocer sobre las denuncias contra el presidente Rodrigo Chaves por presunta beligerancia política.
La solicitud prendió alarmas en los expresidentes costarricenses y expertos en relaciones internacionales, pues el congresista afirmó que el mandatario actual podría ser “apartado” por expresiones políticas.
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Además, generó confusión, pues muchos creyeron que la embajadora tendría que presentarse ante el Congreso de Estados Unidos, cuando no es así.
Carlos Murillo, experto en relaciones internacionales, explicó a La Teja que en realidad se trata de una reunión no oficial, es decir, Catalina Crespo solamente se reuniría con Mario Díaz-Balart, uno de los 535 miembros del Congreso.
La embajadora reconoció a Trivisión que se trata de una reunión privada y no de una audiencia ante la Cámara de Representantes.
“Lo primero que hay que tener en cuenta es que un embajador de Costa Rica representa a la República de Costa Rica, no al presidente, al Poder Ejecutivo ni a la Asamblea Legislativa. Lo segundo es que el congresista tiene algunos vínculos políticos con el gobierno de Costa Rica”, dijo el experto.
Por eso, el experto señaló que hay una preocupación porque se desconoce el interés real de Díaz-Balart sobre la reunión.
“Ese es el punto clave, ¿cuál es la verdadera intención del congresista? Porque si es defender la democracia costarricense, creo que es totalmente válido, pero si está actuando a título de un interés particular, ahí sí sería una intervención porque él es un representante de los Estados Unidos", comentó.
¿Qué deberá hacer la embajadora de Costa Rica en dicha reunión?
Carlos Murillo explicó que Catalina Crespo deberá explicarle al congresista la parte normativa que regula en Costa Rica en cuanto a los procesos electorales.
Ella no podrá emitir alguna opinión sobre la situación que está ocurriendo con el presidente en cuanto a las denuncias en su contra por supuesta beligerancia política.
“La obligación de la embajadora es ir a explicar qué es beligerancia política en Costa Rica porque en Estados Unidos ese concepto no existe ni tienen idea de qué es beligerancia política en Costa Rica. Entonces, tiene que ir a explicar qué es lo que establece la Constitución, el Código Electoral en materia de beligerancia política”, explicó.
¿Puede el congresista convocar a Catalina Crespo a una reunión?
El congresista Díaz-Balart puede convocar a la embajadora a una reunión para conocer la situación que está ocurriendo en un país. Lo mismo puede hacer un diputado de la Asamblea Legislativa de Costa Rica.
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Sin embargo, lo que Díaz-Balart no puede hacer es defender a Rodrigo Chaves ni afirmar que el TSE o la Asamblea Legislativa están violando la Constitución, ya que estaría interviniendo en asuntos ajenos a Estados Unidos.
A través de un tuit publicado el 20 de noviembre, Díaz-Balart afirmó que había una posibilidad que el presidente en función podía ser apartado de su puesto.
“La posibilidad de que un presidente en funciones -en una de las democracias más estables y consolidadas de la región- pueda ser apartado por expresiones políticas mediante procedimientos cuya base constitucional es cuestionable, genera serias inquietudes”, dijo.
¿Qué dice el TSE?
Ante la convocatoria de la embajadora a una reunión con el congresista, el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) aclaró que la solicitud del levantamiento de la inmunidad “no implica un pronunciamiento sobre la destitución del presidente, sino que constituye un requisito esencial para establecer la viabilidad de iniciar un procedimiento.
“Lo anunciado (es decir, la convocatoria) es un acto político de representantes políticos extranjeros sin ninguna incidencia en el proceso electoral costarricense ni en el procedimiento de levantamiento de la inmunidad al Presidente de la República, conforme a lo dispuesto en el artículo 270 del Código Electoral”, indicó.
El TSE señaló que será “absolutamente respetuoso” de la decisión que tome la Asamblea Legislativa con su solicitud.
Expresidentes salieron en defensa
Los expresidentes de Costa Rica Laura Chinchilla, Óscar Arias, Abel Pacheco, Rafael Ángel Calderón Fournier, José María Figueres, Luis Guillermo Solís, Miguel Ángel Rodríguez y Carlos Alvarado, emitieron una carta rechazando las declaraciones del congresista.
Ellos defendieron la democracia costarricense y explicaron el deber del TSE ante las denuncias contra el presidente por supuesta beligerancia política.
“Durante nuestros respectivos mandatos procuramos el respeto a la norma y los ciudadanos ejercieron el derecho de denunciar cualquier desvío que observaran de nuestra parte, ante lo cual las autoridades electorales siempre reaccionaron de manera diligente”, expresaron.
Los exmandatarios señalaron que el procedimiento del TSE “contempla garantías rigurosas que incluyen la posibilidad de descargo por parte del Sr. presidente Chaves, y una votación calificada, evitando así su politización”.

