El Gobierno de la República hizo este lunes una promesa que suena muy bonita, pero que no cumplió durante todo el tiempo que ha estado esta administración.
Resulta que ahora que se va a terminar el periodo del gobierno de Rodrigo Chaves, en la presentación del presupuesto nacional se detalla que al fin habrá un aumento en los presupuestos de seguridad, educación y la protección social.
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Para el área de seguridad se presupuestan ¢50 mil millones más que para el 2025. Para el área de educación ¢200 mil millones más, y para el sector social ¢109.300 millones más.
El presupuesto actual, es decir, el del 2025, es de ¢12.410.917 millones, mientras que el que presentaron para el 2026 es de ¢12.979.355 millones.
Este lunes, el ministro de Hacienda, Rudolf Lucke, entregó al presidente legislativo, Rodrigo Arias, el proyecto de ley con el contenido del presupuesto, que comenzará a analizarse desde esta semana en la Comisión de Asuntos Hacendarios.
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Ese presupuesto se financiará, la mayor parte, con ingresos, el 61,3% y el resto con endeudamiento; es decir, el 39,7%.
Para el 2025, el monto total del presupuesto otorgado fue de ¢12,4 millones; ¢200.000 millones menos que para el 2024, que era por ¢12,63 millones.
Números son mejores que los años anteriores
Los números de este nuevo presupuesto sorprenden, ya que, aunque el país tiene años de estar en una crisis de seguridad y otra educativa, los tres años anteriores el gobierno recortó los presupuestos de educación y protección social, y subió muy poco el de seguridad.
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Para que usted se haga una ideal, le contamos que el presupuesto educativo fue recortado cada año: en 2022 representaba un 5,9% del PIB, en 2023 bajó a 5,4% y en 2024 a 5,2%. En términos nominales, se pasó de ¢2.816 millones en 2022 a ¢2.601 millones en 2024.
En cuanto a la inversión social pública, que incluye programas de protección social, salud, vivienda, y bienestar) cayó: en 2020 era 24,2% del PIB, en 2021 bajó a 23,4% y en 2022 descendió a 21,2%. El presupuesto para trabajo y protección social presentó una variación negativa de alrededor de -20% entre 2024 y 2025.
En el presupuesto para seguridad, en los últimos años se han visto incrementos en algunas áreas como equipo policial y materiales para resguardo, pero también recortes en transferencias y gastos de capital en otros años recientes. Esos aumentos no han sido suficientes para hacer frente a la ola de inseguridad que vive el país.