Promo La Teja: “Premio se lo dedico a mi mamita”

Doña Norma Bermúdez Briones tuvo sentimientos encontrados el viernes pasado cuando recibió la llamada informándole que había salido favorecida. Esto porque, pese a la alegría de ganar, no pudo evitar recordar las palabras de su madre Flora Briones, quien siempre le decía que volvería a ganar.

“Cuando corté la llamada se me vinieron las lágrimas porque hace siete meses se me murió mi mamá y el primer premio que pegué con ustedes el 9 de marzo del 2017 ella estuvo muy feliz y siempre me decía que me volverían a llamar, por eso no me pude contener”, contó la vecina de Paso Ancho.

Se declara fiel lectora de La Teja desde hace casi 12 años cuando salimos al mercado, pero fue hasta noviembre del 2016 cuando un vendedor de lotería que pasó por su casa le contó que él había salido favorecido, que se enteró que podía activar el código y empezó a hacerlo.

Las activaciones las hacía por las tardes, pero ahora prefiere hacerlo entre las siete de la mañana y el mediodía, a más tardar.

Los deportes y el novelón de los domingos son sus secciones favoritas, pero en general nos contó que le gusta la forma concisa en que se presentan las noticias en La Teja, que le permiten estar bien enterada y de manera rápida.

Doña Norma se declara saprissista y admiradora de Álvaro Saborío, que aunque ya no está con los morados, sigue siendo su ídolo.

“Ahora soy saprissista y sancarleña. Me gusta la humildad y lo bien que juega Sabo, sufrí el partido pasado cuando se enfrentaron, pero por dicha quedamos empatados”, recordó la ganadora.

Ahora como está pensionada dedica gran parte de su tiempo a cuidar las matas de la casa y mantener el jardín muy limpio, como le gustaba a su mamita, a la que nos dijo que le dedica este premio, pese a su ausencia.

“Fue un regalo por el día de la Madre, que aunque no lo soy, lo recibo y lo compartiré con mis hermanas a las que invitaré mínimo a un cafecito para festejarlo con los ¢200 mil de la tarjeta de regalo”, agregó.

Las otras dos tejas canjeables en Münkel también le cayeron a penas pues ya estaba pensando en cambiar sus anteojos.